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dilluns, 28 de març del 2016

Viveka: correcta discriminación

En la vida, ¿qué cosas son realmente las básicas, las importantes, y cuáles no? Para el hombre prehistórico lo básico y primordial era claramente sobrevivir. El desarrollo de las sociedades tuvo como objetivo facilitar la supervivencia, repartiendo tareas, especializando las personas en oficios específicos, y estableciendo reglas para evitar que nos dañáramos entre nosotros; con las primeras civilizaciones, viene el comercio y el dinero, pero también la guerra, una especie de lucha por la supervivencia entre miembros de la misma especie. Con el paso del tiempo, milenios, las sociedades se vuelven más y más complejas, ofreciendo cada vez más servicios, facilidades, comodidades, absorbiendo la vida de la persona casi totalmente, de forma que llega un momento en el que ya no tiene sentido la vida si no es vivida en el seno de una sociedad. 

Así en una sociedad moderna desarrollada tenemos más lujos que nunca anteriormente, pero hay que reconocer que nuestro mundo es el más complicado también; cantidades ingentes de información nos rodean. Los cambios se producen a gran velocidad, constantemente. En tal situación llegar a ser necesario tener una habilidad  intemporal llamada discriminación: la capacidad de reconocer, de distinguir, de separar, lo valioso de lo que no lo es. Esta palabra, últimamente, se ha usado casi exclusivamente en sentido negativo, en referencia a la discriminación de personas y a su consecuencia, el trato desigual, pero aquí hablamos del significado original de la palabra, que se refiere a una habilidad importantísima, y más aún en la era de la información y el conocimiento, en la que vivimos. 

Creo que nuestro tiempo carece de esta discriminación; desde la infancia se nos entrena para ser hábiles en la manipulación del mundo fuera  de nosotros, olvidando el mundo interior. Sin embargo, es el mundo interior el que nos puede dar la discriminación, la habilidad de distinguir, en los infinitos objetos exteriores, los valiosos de los que no lo son. Sólo en la interioridad podemos encontrar el significado, el propósito,  el valor de la vida.

En el Jnana Yoga, una forma de iluminación que nos impulsa a desarrollar la percepción intuitiva del Ser Supremo, uno de los cuatro medios que propone para conseguirlo se llama Viveka, que es un tipo de discriminación: la capacidad de distinguir entre lo real y lo irreal, entre lo permanente y lo transitorio, entre el Yo profundo y lo demás, la capacidad de ver cuáles son las opciones y los valores que nos mueven en la dirección de la unidad de la vida. Incluso para las personas que no están interesados en la espiritualidad, es necesaria esta discriminación para que  nuestro mundo funcione correctamente.

Cuando desarrollamos viveka, las cosas que antes parecían de la máxima importancia para mí, como por ejemplo el trabajo, la política, los debates intelectuales, pierden peso, se ven con otra perspectiva, pasan a parecer "asuntos domésticos"; tienen su importancia práctica, claro está, pero dejan de ser cuestiones básicas, pasan a ser secundarias. Es parecido al monje que ha de trabajar a diario en las tareas que le han asignado, y lo hace todo lo bien que es capaz, pero su objetivo es principalmente el espíritu, y todas las otras cosas son secundarias, y eso siempre lo tiene bien presente, sabe discriminar entre sus tareas. Además las tareas domésticas se ven con otra óptica: son un servicio a la comunidad. 

En nuestra sociedad encontramos constantemente muestras claras de falta de discriminación entre lo fundamental y lo secundario, lo "doméstico"; ¿cuánto tiempo y esfuerzo dedicamos al trabajo, a la casa, a "distraernos", y cuanto tiempo a nuestro desarrollo como personas, a nuestras personas queridas, a los demás? Si observamos con una mirada discriminatoria veremos que las personas famosas suelen de hecho, por lo general, aportar bien poco a la sociedad; habrá muchas más personas dispuestas a pagar 200 por ver un partido de fútbol que por  invertirlas en pasar un fin de semana de meditación, y por supuesto,  ¡aún será más difícil que los done a una ONG! La importancia de la hora y tres cuartos de diversión es, con mucho, la más importante para el individuo. Esta falta de discriminación es de hecho la señal de identidad de la infancia, que por falta de madurez no sabe distinguir entre lo importante y lo accesorio, así como también el egoísmo es propio de la infancia. Y es normal que así suceda en el niño, pero cuando una sociedad entera muestra ese infantilismo, es el momento de dar la señal de alerta, y de empezar a madurar.

Un millón de Euros por partido es aproximadamente lo que llega a ganar Messi, pagado por miles de aficionados

dilluns, 7 de març del 2016

Vedanta Advaita

Después de asistir al seminario sobre Vedanta Advaita de Ivan Oliveros - Sesha y leer su libro "Meditación, teoría y práctica", he pensado de escribir este breve artículo donde intento sintetizar la Filosofía Vedanta y enmarcar en ella las enseñanzas que recibimos de Sesha.  Comentar que el seminario no estuvo dedicado a describir de forma académica la escuela Vedanta Advaita, sino más bien a describir la experiencia personal de Sesha, así como a introducir a los asistentes en el concepto de no dualidad, y en las técnicas de meditación orientadas a percibir esa no dualidad; fue por tanto un seminario práctico. Es por eso que me sentido motivado a escribir este artículo, intentando dar un contexto más amplio, sin caer en excesivos tecnicismos filosóficos.

Orígen de la Filosofía Vedanta

Los Upanishads son cronológicamente las últimas porciones de los Vedas, los textos sagrados del hinduismo. La preocupación fundamental de los Upanishads es la naturaleza de la realidad. Debido a que los Upanishads son las porciones finales de los Vedas, son también conocidos como Vedanta, literalmente, "el fin de los Vedas", y su pensamiento, tal como se interpreta en los siglos siguientes, se conoce asimismo como  Vedanta.

Así, los principales textos de Vedanta son los primeros Upanishads, en particular el Brihadaranyaka y Chándogya, el Brahma Sutras (o Vedanta Sutras) de Badarayana (fechas entre 100 aC y 100 dC) y el Bhagavad Gita. 

Diversificación en escuelas Vedanta de diferente interpretación

Varias escuelas distintas de interpretación de los textos originales surgieron, las más notables de los cuales son: escuelas del Advaita (no-dualista), Dvaita (dualista) y Vishishtadvaita (un compromiso entre ambas).

  • En la escuela Advaita el personaje más influyente fue Shankara (siglo VIII): enseñó que sólo hay una realidad, ya sea llamada Brahman o Atman (el alma, o yo superior); que todas las distinciones, toda pluralidad es debido a la ignorancia, o maya; y que la liberación consiste en la eliminación de la ignorancia y el logro de la conciencia pura absoluta, que es igual a Brahman o el Ser Verdadero. 
  • Ramanuja (1056-1137) desarrolló el estilo más teístico Visistadvaita Vedanta, en el que el Brahman es un Dios personal, pero inmanente en todas las almas y en el mundo, por tanto hay diferencias entre ellos. Critica  las teorías de maya y la conciencia pura de Shankara.
  • Por otro lado Madhva (1238-1317) fundó Dvaita, o Vedanta dualista, en el que se reconocen plenamente las diferencias entre Dios, el mundo, y las almas. Otros sistemas importantes incluyen la Dvaitadvaita de Nimbarka (siglo 13) y el Shuddhadvaita de Vallabha (1481-1533).


Advaita Vedanta

Advaita (sánscrito; "no-dos", "no hay segundo") se refiere a la idea de que el verdadero Ser, Atman, es el mismo que la realidad más elevada, Brahman, no hay diferencia real entre ellos. La escuela utiliza conceptos tales como Brahman, Atman, maya y otros que también se encuentran en las principales tradiciones religiosas indias. El objetivo principal del Advaita Vedanta es el correcto conocimiento de la identidad de Atman (alma, uno mismo) y Brahman (realidad última), y su unicidad, siendo la única Realidad. 

Atman

Ātman (IAST: ātman, sánscrito: आत्मन् ) es una palabra sánscrita que significa "yo real" del individuo, "esencia", o el alma. Ātman es el primer principio, el verdadero ser de un individuo más allá de la identificación con los fenómenos, la esencia de un individuo. Atman es una conciencia auto-luminosa, indiferenciada, eterna, que existe por sí misma, sin límites y no dual. La Unidad unifica todos los seres, existe lo divino en cada ser, y toda la existencia es una realidad única.

Los seres humanos, en un estado de inconsciencia e ignorancia de este Ser Universal, ven su "Yo" como diferente que el Ser en los demás; entonces actúan por impulsos, miedos, ansiedades, malicia, división, confusión, ansiedad, pasiones, y un sentido de carácter distintivo; el objetivo es darse cuenta de que lo divino está dentro de uno mismo,  en los demás y en todos los seres vivos, la Unidad no-dual que es Brahman, que está en todo, y todo es Brahman.

Brahman

Brahman es la Verdad Absoluta que trasciende la causalidad espacio-tiempo y de hecho toda relación, y sin embargo, queda como sustrato o la fuente inmutable base que da la posibilidad de existir a todas las relaciones. Se diferencia en el mundo fenoménico en los aspectos Ishvara (Dios Creador) y Sat-Chit-Ananda (Ser / Conciencia / Gozo ). Esta diferenciación es la que dio pie a la separación de escuelas Vedanta, que sostienen que sí hay dualidad: el Creador y su creación. Pero en el Advaita la separación es ilusoria. 

Maya

La manifestación empírica, tangible, de la Realidad,  es también real pero cambiante, y ofusca la verdadera naturaleza de la realidad metafísica que nunca está cambiando. Maya es cierto en sentido epistemológica (conocimiento) y empírica (conocimiento real, experimental); sin embargo, Maya no es la verdad metafísica y espiritual. El conocimiento completo de la verdadera realidad total incluye saber tanto el saber empírico (Vyavaharika) como el saber espiritual (Paramarthika): tanto Maya como Brahman. Creer que la Realidad es sólo Maya (realidad empírica) genera una existencia condicionada por la ignorancia (avidya-maya).

El conocimiento en el Advaita Vedanta

En el conocimiento hay un conocedor y un objeto de conocimiento, es una relación dual. Pero es debido a la naturaleza auto-luminosa (Svata prakasa) de la conciencia pura que el sujeto sabe y puede conocerse el objeto. En su comentario a Taittirīya Upanishad, Shankara dice que "la conciencia es la propia naturaleza del Ser e inseparable de ella." El sujeto conocedor, el objeto conocido, el objeto del conocimiento, y los medios válidos de conocimiento (pramāṇa) son esencialmente las manifestaciones de una única conciencia pura no dual.
"Hay una realidad existente en sí misma, que es la base de nuestro conocimiento de nuestro ego-yo ... esa realidad es el testigo primordial. . . un espíritu luminoso en sí mismo". - Shankara

La realidad empírica. objetiva, directa, del mundo fenoménico es, entonces conocida, aunque esta aparentemente realidad manifestada está envuelta y no es distinta a la realidad absoluta denominada 
Brahman. En el Advaita Vedanta no se niega el mundo fenoménico, sino que se considera como una parte de la realidad:

"La existencia es donde mira el realismo. La inexistencia es el objeto  del nihilismo. Por lo tanto los sabios no permanecen ni en la existencia, ni en la no existencia". Chandrakirti
Lo que afirma el Advaita Vedanta es que la última verdad, la realidad no dual (no distinta de sí misma), lo ilimitado sin fronteras, o cualquier otro nombre que le demos, está absolutamente más allá de la comprensión conceptual. Está vacía de todos los predicados, cualidades y atributos. Parecería que está más allá de nuestra comprensión. No obstante, milagrosamente, puede ser tocada, reconocida, realizada en el centro espiritual de cada ser humano, debido a que existe en cada uno de nosotros, és nosotros. 

Desde el punto de vista absoluto del iluminado (el Jivamukti) sólo hay sabiduría primordial, no conceptual, no dual. Desde el punto de vista de la verdad relativa la pregunta "por qué" está siempre presente, pero en la visión no dual no puede surgir la pregunta. En última instancia, no hay un "por qué". En última instancia, sólo hay silencio (mouna) de donde surge la cacofonía del mundo. 

La línea de trabajo de Sesha

En este marco del conocimiento dual posible gracias la conciencia no dual, Sesha propone un esquema conceptual y unas técnicas de meditación que resumo brevemente.

En el seminario Sesha se centró en una teoria cognitiva-metafísica en la que describe varios estados de atención, desde el sueño, pasando por la imaginación, concentración psicológica, hasta la meditación Vedanta, en la que se diluyen las fronteras cognitivas. Según Sesha, el sistema nervioso puede evolucionar hasta ser capaz de discernir, de captar, las realidades empíricas duales y las no duales, e integrarlas, aunque en la actualidad esto no es habitual.

En la práctica, un primer paso fundamental es el desarrollo de la capacidad de discernir, de discriminar, lo que es digno de nuestra atención de lo que no lo es (habilidad o capacidad denominada Viveka). Sin esta capacidad nuestra atención divaga por el campo fenoménico, saltando de un tema a otro, tanto si es realmente importante como si no; la falta de Viveka nos retiene en la ignorancia. En palabras de Sesha:

Ser ignorantes nos retiene en un mundo caótico. - Sesha
Una vez desarrollada Viveka, podemos dirigir la atención a lo que realmente importa, el conocimiento de lo real, más allá del pensamiento, accediendo a campos de cognición no duales. 

No tengan miedo a sufrir, tengan miedo a ser ignorantes. - Sesha

Fuentes consultadas