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dilluns, 25 de setembre del 2017

El mensaje del Bhagavad Gita

El texto denominado Bhagavad Gita, o simplemente el Gita,  es quizás el más importante de todos los textos hindúes sobre espiritualidad, sintetizando sus más elevadas ideas en simples explicaciones pensadas para que cualquiera pueda acceder a ellas. Probablemente fue escrito a partir de la experiencia mística personal de un autor anónimo que vivió bastantes siglos antes que Jesucristo. Consta de unos 700 versos, organizados en 18 capítulos, y narrados en la forma de una conversación entre Krishna (una encarnación de Dios) y el príncipe Arjuna en la que el primero instruye al segundo en el conocimiento de uno mismo desde el punto de vista espiritual. Krishna puede verse como la chispa divina que está en todos nosotros, expresándose de forma humana:

Yo soy el Ser que está en el corazón de cada criatura, Arjuna, y su comienzo, su continuación y el final de su existencia.  (Gita 10:20)
Todas los principales conceptos del Hinduismo sobre espiritualidad, Atman (el núcleo divino debajo de la personalidad),  karma (una especie de telaraña de causas y efectos), samsara (el ciclo de muertes y renacimientos), moksha (la liberación espiritual), el yoga (las técnicas de liberación), maya (la ilusión del mundo que nos rodea) y muchos otros aparecen en el Gita. Hay numerosas traducciones del Gita, que originalmente fue escrito en sánscrito, pero pocas, a mi conocimiento, en español y de calidad; dedicaré algunos artículos de este blog a presentar la traducción de una de las versiones más respetadas, The Bhagavad Gita, en inglés, la del autor hindú Eknath Easwaran, que fue profesor de Literatura Inglesa en la Universidad de Lagpur, India, y posteriormente fundador y director del Blue Mountain Center of Meditation en Estados Unidos. En este artículo traducimos el capítulo 2, que comentaremos en otro artículo más adelante.

Pero cuando te mueves en medio del mundo libre tanto de aferramientos como de aversiones, viene una paz en la cual todo sufrimiento termina; y vives en la sabiduría del Ser.

Capítulo 2. La realización del Ser

Introducción

El príncipe Arjuna está en guerra con sus hermanos, y el Gita transcurre en el campo de batalla, antes del combate fraticida. Lleno de dudas ante el dilema de luchar a muerte con sus propios hermanos, pide consejo a Krishna sobre como obrar, pues su impulso es no luchar en absoluto. La respuesta de Krishna, que actúa como el conductor del carro de combate de Arjuna,  prácticamente pasa por todos los principales conceptos del Gita, de forma que este capítulo 2 viene a ser como un resumen de todos los demás. 

Arjuna está sumido en la confusión; viéndolo, Krishna se dirige a él.

Krishna
 Esta desesperación y debilidad en tiempos de crisis no son propios de ti, Arjuna. ¿Cómo has caído en ese estado, tan alejado del camino de la liberación?No te conviene ceder a esta debilidad. Álzate con bravo corazón y destruye al enemigo.

Arjuna
¿Cómo puedo llevarme a mi mismo a luchar contra mis hermanos, que son merecedores de veneración? ¿Cómo puedo hacerlo,  Krishna? ¡De seguro que seria mejor gastar mi vida mendigando antes que matar a esas grandes y valiosas almas! Si los mato, cada placer que encontré en la vida será contaminado. Ni siquiera sé que seria mejor, que nosotros los conquistáramos a ellos o ellos a nosotros. Estamos enfrentados pero, ¿por que debería querer vivir si los matara? Mi voluntad está paralizada, estoy absolutamente confuso. Dime cual es el mejor camino, déjame ser tu discípulo, dame instrucción.

Krishna
Hablas con sinceridad, pero tu sufrimiento no tiene causa real. El sabio no se aflige ni por el vivir ni por el morir. Nunca ha existido un tiempo en el cual tu y yo y esos príncipes que son tus hermanos no existiéramos, como tampoco existirá un tiempo en el que dejemos de existir. Ya que la misma persona habita el cuerpo a través de la infancia, juventud, y vejez, y después de la muerte ocupará otro cuerpo. El sabio no está confundido por esos cambios.

Cuando los sentidos contactan objetos externos, la persona experimenta frío o calor, placer y dolor. Son experiencias temporales, fugaces, vienen y van. Sopórtalas con paciencia, Arjuna. Aquellos que no se afectan por esos cambios, que son los mismos en el placer y en el dolor, son realmente sabios y están preparados para la inmortalidad. ¡Haz valer tu fuerza y se consciente de ello!

Lo impermanente no tiene realidad, la realidad yace en lo eterno. Aquellos que han distinguido la diferencia entre lo impermanente y lo eterno han llegado a la meta final de todo conocimiento.  Date cuenta de que aquello que impregna el Universo es indestructible, ningún poder puede afectar esta realidad inmutable e imperecedera. El cuerpo es mortal, pero aquello que mora en el cuerpo es inmortal e inmensurable. Por tanto, Arjuna, lucha en esta batalla.

Uno cree que es el asesino, otro que es el asesinado. Los dos son ignorantes, no hay tales asesinos y asesinados. Tu ser real nunca nace y nunca muere. Tu nunca has cambiado, y nunca cambiarás. No nacido, eterno, inmutable, no mueres cuando el cuerpo muere. Sabiendo eso que somos, ¿cómo puedes matar a alguien?

Tal como abandonamos la ropa desgastada y compramos nuevas, así cuando el cuerpo está desgastado otro nuevo es utilizado por el Ser, que vive dentro.

El Ser no puede ser traspasado por balas, o quemado por el fuego, el agua no le moja, ni el viento lo seca. El Ser es eterno e infinito, posado en los estables fundamentos de la eternidad. El Ser es no manifestado, más allá de todo pensamiento, más allá de todo cambio. Sabiendo esto, no debes afligirte. 

La muerte es inevitable para los seres vivos, y el nacimiento es inevitable para la muerte. Cada criatura es al principio no manifestada, y entonces alcanza la manifestación. Cuando su final se acerca, vuelve a ser no manifestado. ¿Qué hay en ello para afligirse?

La gloria del Ser es contemplada por unos pocos, que lo describen; algunos los escuchan, pero muchos sin entenderlo. El Ser de todos los seres, viviendo dentro del cuerpo, es eterno y no puede ser dañado. 

Considerando tu camino en la vida,  no debes vacilar. Para un guerrero, nada es más elevado que una guerra contra la maldad. Si no participas en esta batalla contra la maldad, Arjuna, incurrirás en pecado, dañando tu misión y tu honor.

Por tanto álzate decidido a luchar, Arjuna,  Habiéndote hecho a ti mismo ecuánime en el dolor y en el placer, en la ganancia y en la pérdida, en la victoria y en la derrota, comprométete en esta gran batalla y serás libre de pecado.

Ahora escucha los principios del yoga. Practicándolos, podrás romper las ataduras del karma. En este camino el esfuerzo nunca se pierde, y no existe el fracaso. Incluso un pequeño progreso en el camino espiritual te protegerá de los mayores peligros.

Aquellos que siguen este camino, decidiendo firmemente seguirme sólo a mi, consiguen la unidad en su propósito. Para aquellos que tienen falta de resolución, las decisiones de la vida son innumerables y con muchas posibilidades de elección. 

Hay gente ignorante que habla con labia, convincentemente, y disfrutan con la letra de las leyes, afirmando que no existe nada más. Sus corazones están llenos de deseos egoístas, Arjuna. Su idea del paraíso es su propio disfrute, y el objetivo de todas sus acciones el placer y el poder. El fruto de sus acciones es renacer continuamente. Son incapaces de seguir el objetivo supremo y alcanzar el estado de samadhi.  

Las escrituras describen los tres gunas. Pero tu debes ser libre de su acción, establecido en la verdad eterna, auto-controlado, sin ningún atisbo de dualidad o de deseo de obtener ni de acumular posesiones.

Igual que un depósito de agua es de poca utilidad cuando todo el país está inundado, las escrituras son poco útiles para la persona iluminada, que ve a Dios en todas partes.

Tienes el derecho de trabajar, pero nunca sobre el fruto del trabajo. Nunca debes iniciar una acción en aras de la recompensa, ni tampoco debes desear la inacción. Realiza trabajo en el mundo, Arjuna, pero como alguien que está establecido en sí mismo, sin ataduras egoístas, y ecuánime en el triunfo y en el fracaso. Porque el yoga es perfecta calma mental.

Busca refugio en la actitud de estar libre de ataduras egoístas, y amasaras la riqueza del despertar espiritual. Aquellos que están motivados sólo por el deseo de los frutos de sus acciones son miserables, porque están siempre ansiosos acerca de los resultados de lo que hacen. Cuando la conciencia está unificada, no obstante, toda la vana ansiedad queda atrás. No hay causa para preocuparse, tanto si las cosas van bien como si van mal. Por tanto, dedícate a las disciplinas del yoga, porque el yoga es habilidad en acción.

El sabio unifica su conciencia y abandona las ataduras a los frutos de sus acciones, que llevan a la persona a renacer sin cesar. Así, alcanza un estado más allá de todo mal.

Cuando tu mente supera la confusión de la dualidad, alcanzas el estado de indiferencia sagrada, divina, sobre las cosas que oyes o has oído. Cuando no eres afectado por las ideas confusas y tu mente está completamente unificada en un profundo estado de samadhi, entonces alcanzas el estado de yoga perfecto.

Arjuna
Háblame de esos que viven establecidos en la sabiduría, siempre conscientes del Ser, oh Krishna. ¿Cómo hablan ellos? ¿Cómo se sientan? ¿Cómo se mueven?


Krishna
Ellos viven en sabiduría viéndose a sí mismos en todo, y todo en ellos mismos, habiendo renunciado a todo deseo egoísta y a todo anhelo sensual que pueda atormentar su corazón.  

No están afectados ni por aflicciones ni por anhelos de placeres, viven libres de codicia, de miedo y de ira. Establecidos en meditación, son realmente sabios. No estando encadenados por ataduras egoístas, no se exaltan por la buena fortuna ni se deprimen por la mala. Así son esos sabios.

Así como una tortuga puede recoger sus extremidades en su caparazón, el sabio puede recoger sus sentidos en sí mismo a voluntad. Los que sólo son aspirantes se abstienen de placeres sensuales, pero todavía los anhelan. Estos anhelos desaparecen por completo cuando se alcanza el objetivo supremo. Incluso a aquellos que siguen el camino, las tormentas de los sentidos pueden arrastrar sus mentes. Los sabios suavizan y rinden sus sentidos y mantienen sus mentes siempre enfocadas en mi.

Cuando te mantienes pensando en los objetos de los sentidos, te atas a ellos. Las ataduras de los sentidos alimentan el deseo, el anhelo de posesión que enciende la ira. La ira nubla el juicio; te vuelves incapaz de aprender de tus errores pasados. Perdido el poder de elegir entre lo que es sabio y lo que es necio, tu vida se desperdicia totalmente.  Pero cuando te mueves en medio del mundo de los sentidos libre de ataduras egoístas y de aversiones, entonces viene una paz en la cual todo el sufrimiento termina, y entonces vives en la sabiduría del Ser.

La mente no unificada está lejos de la sabiduría. ¿Cómo puede meditar? ¿Cómo puede estar en paz? Cuando no sabes que es la paz, ¿cómo puedes saber lo que es la alegría? Cuando dejas que tu mente sea dirigida por la llamada de los sentidos, ellos se llevan consigo tu mejor juicio, como una tormenta se lleva de su rumbo a un bote en medio del mar.

Utiliza  toda tu voluntad para liberar tus sentidos de  las ataduras egoístas y de las aversiones, y vive en la plena sabiduría del Ser. 

Así como los ríos desembocan en el vasto océano pero no pueden desbordarlo, así fluyen las corrientes de los sentidos mundanos y desembocan en el océano de paz que es el sabio. Pero no sucede así con el deseador de deseos. 

Esos sabios son libres, renunciando a todos los deseos egoístas, y rompiendo la jaula del ego de los "yo", "mi" y "mio", estando unidos con el ser supremo. Este es el estado supremo. Alcánzalo, y pasa de la muerte a la inmortalidad. 













dijous, 21 de setembre del 2017

Trascendencia: qué es, dificultades, advertencias y oportunidades que nos aporta

Nuestro marco mental por el que nos guiamos

Todos tenemos ideas, opiniones, esquemas mentales, sobre lo que nos rodea, sobre nuestra vida y todo lo que contiene; es natural en la especie humana formarse conceptos, proyectos, sueños, tener ideales, etc. El proceso de crear todo ese marco mental empieza desde muy temprano en nuestra vida, y no se detiene, en todo caso se ralentiza en la vejez. Y ese marco mental nos es necesario para guiarnos en la vida, para tomar decisiones, para emprender viajes vitales, embarcarnos en proyectos, arriesgarnos. 

Pero por otro lado, si lo miramos reflexivamente, veremos que ese funcionamiento nuestro, natural como es, tiene sus limitaciones, sus defectos; seguramente todos habremos oído hablar de "salir de tu zona de confort", o de "reinventarte a ti mismo", aludiendo precisamente a salir de un esquema mental que te está limitando, uno que estabas siguiendo, por el que te guiabas, con un resultado poco satisfactorio. Y es que todo esquema mental, al estar formado por ideas, las cuales no son verdades absolutas sino siempre relativas, puede cambiarse, flexibilizarse, adaptarse a realidades cambiantes; en parte eso es lo que hacen los coach, hacerte reflexionar acerca de ti mismo, de lo que realmente te motiva en profundidad, para desde ahí reajustar tu marco mental, reorientándolo. 

Trascendencia

Pero este blog no se dedica al coaching o a la psicología positiva, sino más bien a la trascendencia del estado mental habitual a través de la relajación, la meditación y el mindfulness. La trascendencia no trata de cambiar marcos mentales, sino de adquirir un punto de vista más elevado, con más amplitud, desde el cual observas todas las ideas con desapego, de forma ecuánime, sin identificarse con ninguna de ellas. No buscamos un marco mental óptimo para triunfar en el trabajo, o en nuestras metas personales, al contrario, soltamos, aflojamos nuestro aferrarnos a ideas, y quedamos en libertad, desligados de cualquier idea, ideología, visión concreta. 

http://viajerosreverdes.com/estambul-desde-el-tejado/
Para poner un ejemplo simple: dos personas que viven en la misma calle trabajan en la misma empresa, y las dos van andando al trabajo, pero no siguen la misma ruta, cada uno ha escogido, por preferencia personal, un trazado distinto entre las calles. A veces coinciden al salir de casa, y van juntos hasta el trabajo, y o bien uno de ellos sigue al otro, o hacen un camino mixto; la persona a la que le toca cambiar su ruta se siente un punto incómoda, pues no es su ruta natural, aunque no es que una sea "mejor" que la otra, es una cuestión "personal". Este es un ejemplo simple de marcos mentales con los que esas personas, inconscientemente, están identificadas, es parte de su zona de confort. La trascendencia en este caso podría consistir en subir un día al tejado de su casa, desde esa altura observar la zona, observar los trazados, y ver que hay muchísimas posibilidades, todas con sus pros y sus contras, y que en última instancia, es totalmente intrascendente el escoger una u otra, que no tiene sentido el apegarse a alguna de ellas, sueltas ese apego psicológico no porque quieras apegarte a otro trazado mejor, de hecho no quieres nada en concreto, simplemente ves con claridad, desde la altura del tejado,  que la elección es intrascendente.

 
¿Es deseable tal estado? ¿Podemos realmente vivir de ese modo, sin un marco mental propio que nos guíe en la vida?

Dificultades y advertencias

http://minutoaminutoblog.blogspot.com.es/2014/10/otono.html
En realidad con la trascendencia pasa un poco como con el coaching y su abandono de la zona de confort, sólo que es mucho más radical: no sólo sales de tu zona, es que además no entras en ninguna otra zona, dejas de tener "zonas". Es como un salto al vacío. Si ya el salir de una zona mental a la que te has habituado para entrar en otra presenta dificultades en la forma de resistencias psicológicas y miedo a lo desconocido, miedo al cambio, podemos imaginar lo que se siente al saltar a la "nada", al soltarlo todo.


Detrás de cada apego psicológico hay una cierta cantidad de identificación personal: creemos ser eso a lo que nos apegamos. Si somos lo que hacemos y pensamos, entonces somos nuestro marco mental, que es lo que pensamos y nos guía en nuestras decisiones, opiniones y en nuestro hacer. Por tanto, cualquier cambio importante en ese marco mental lo vivimos como un profundo cambio personal, de nuestra propia identidad, que cambia, dejamos de ser de una forma para pasar a ser de otra forma. Estos cambios de uno mismo siempre son un poco, bastante, o muy traumáticos, pues se está disolviendo una parte más o menos importante de lo que éramos. 

En la trascendencia de todos los marcos mentales, que pasan a verse como relativos, soltamos también toda identificación con ellos, en mayor o menor grado, pues la trascendencia también tiene grados, siendo muy poco usual que una persona haya trascendido al 100% todos los marcos mentales. En todo caso, al trascender las ideas, se trascienden también las identificaciones, y es un proceso que puede ser especialmente duro, al menos al principio, pues sientes que tu propio yo se debilita, se disuelve, ese yo compuesto de ideas, opiniones, tendencias, ideales, sueños, todo eso, se ve en perspectiva, se suelta, se afloja, y hay una vivencia de disolución de uno mismo. 

Es un proceso que nunca ha de emprenderse a menos que se sienta la verdadera necesidad de hacerlo; y la única manera de sentir esa necesidad de desprendimiento total es a través del deseo de conocer la realidad tal como es, incluso a ese precio de perderse a uno mismo. Porque la realidad en sí misma es trascendente, no puede conocerse estando limitado, cerrado, dentro de un marco mental personal determinado. Cuando en la persona se despierta esa necesidad, ese anhelo de saber, de vivir la realidad total, esa fuerza es tan grande que es capaz de arrasar con todo lo que antes se vivía, que era una realidad parcial, nuestro pequeño mundo personal. 

Oportunidades que nos aporta la trascendencia

Incluso nuestros ideales y sueños más nobles y bellos, aquellos que parece que son tan correctos, siendo personales, son trascendidos; ¿creíamos que nuestra profesión nos haría felices, realizados? ¿que seguir nuestra vocación era el ideal? ¿que formar una familia unida, feliz, amorosa, era nuestra meta? ¿quizás llegar a destacar en algún deporte? ¿tener muchos amigos? ¿vivir en una sociedad justa? ¿cambiar el "sistema" por uno más justo y equilibrado, más respetuoso con la Naturaleza? ¿tratar mejor a nuestros compañeros los animales? Todo eso son marcos mentales, son parcialmente ciertos, y por ello, al identificarnos con ellos, nos limitan. La trascendencia la podemos ver como un centramiento, como estar en una posición central, equidistante a todo, desde la que vemos todo eso con ecuanimidad, con desapego, pero también con empatía y tolerancia. 

Desde esa posición central comprendemos en profundidad todos los planteamientos posibles, y tenemos la oportunidad de actuar como moderadores de todos ellos. Pues el sufrimiento humano es en buena medida producido por el choque entre la realidad y nuestros marcos mentales: cuando lo que creemos, lo que queremos, y con lo que nos identificamos, no coincide con lo que nos sucede, al estar rígidamente apegados a nuestras creencias, nos hace sufrir. Por eso la práctica de mindfulness, por ejemplo, disminuye el sufrimiento, ya que nos hace actuar como observadores sin juicio de lo que sucede, tanto fuera como en nosotros mismos; también la relajación vivencial, cuando se practica en profundidad (física, emocional y mental) ayuda a soltar todas las ataduras con nuestras ideas, y de hecho cualquier tipo de meditación va en esa misma dirección. 

Es importante destacar que ahora no estamos hablando de una trascendencia "mística", para monjes o monjas, ni siquiera de espiritualidad, en absoluto; estamos  a nivel absolutamente práctico, "tocando el suelo, aterrizados" como le gusta decir al experto en mindfulness Fernando Tobías, es una trascendencia de la que estamos muy necesitados, pues el apego extremo a posiciones mentales personales está produciendo mucho sufrimiento en la forma de infelicidad, frustración y angustia crónica, depresión, suicidio, enfrentamientos entre familiares, entre sectores sociales, entre países ... No es ninguna exageración, algunos datos: ¿sabe el lector que oficialmente, en España se registraron 3.602 muertes por suicidio en 2015? (fuente) ¿Que es, con mucha diferencia, la principal causa de muerte no natural? A pesar de que no suele informarse de este hecho en los medios, es así. La sociedad está muy atenta a las muertes en carretera, de esas sí nos informan constantemente, y eso que no llegan ni a  la mitad de las causadas por suicidios, (1690 muertes en 2015). Y eso que en España estamos en la franja baja de tasa de suicidios, que es bastante mayor en otros países: en España hay 8,14 suicidios por cada 100.000 habitantes, más que en Italia (5,19), pero muchísimos menos que en Bélgica (17,27), que en Alemania (11,79), que en Francia (15,47) o que en Finlandia (16,36) (fuente).

http://www.fronterad.com/?q=bitacoras/cristinavallejo/suicidio-enfermedad-social-mediana-edad

Todos esos suicidios, absolutamente todos, están en el fondo causados por una imposibilidad de la persona de aceptar y adaptarse a una realidad que choca frontalmente con su marco mental, con sus deseos, opiniones e ideas de "como deberían ser las cosas". ¿Y qué decir de la depresión en sus múltiples manifestaciones? ¿Esta enterado el lector que es un problema de salud pública de primera magnitud, afectando a unos 300 millones de personas en el mundo (fuente)? ¿O quizás sí que sabe el lector que se cree que los trastornos de ansiedad crónica serán sufridos por más de un 20% de las personas en algún momento de su vida, de las que aproximadamente un 9 % desarrollarán un trastorno de pánico (fuente)? Estamos ante una necesidad social urgente: la de trascender nuestros marcos mentales, al menos hasta cierto saludable punto.

Así que la recompensa al posible desasosiego temporal producido por el abandono de cualquier posición mental rígida, a ese soltar identificaciones mentales, es el logro de la ecuanimidad de mente, la estabilidad mental y emocional, la visión centrada de la realidad, el desapego y la desidentificación, que nos llevan a ir más ligeros por la vida, y a una disminución del sufrimiento causado por las "adversidades" de la vida, de la realidad. Como hemos comentado antes, no es necesario llegar al 100% de trascendencia para experimentar esos beneficios; la mayoría de las personas se situarán en un grado intermedio: todavía mantienen marcos mentales que les son útiles para su vida, pero al mismo tiempo han conseguido un cierto grado de trascendencia, de forma que su apego no es muy fuerte, son por tanto adaptables, flexibles, saben que no deben aferrarse a posiciones mentales rígidas, fluyen con las situaciones y adaptan sus marcos mentales a esa realidad cambiante. Tanto si practicamos seriamente relajación como cualquier tipo de meditación estaremos promoviendo el establecimiento de ese estado de trascendencia, hasta el grado en el que nos sintamos cómodos, nunca hay que forzar más allá.

diumenge, 10 de setembre del 2017

¿Quienes somos? Evolución de la conciencia.

A medida que la conciencia se desarrolla, cambia la percepción del  mundo y de uno mismo; ¿de qué modo?

Consideremos la conciencia de un pequeño pez: tiene la capacidad de percibir su medio ambiente, el agua en la que vive y está inmerso, pero no se percibe a sí mismo como algo aparte. Otros peces, al verlo, sí lo percibirán, pero no como un semejante, sino como parte del medio, como un detalle más del mar. En cierto modo es así: el pez es parte del mar, en él vive y muere, pero al mismo tiempo es algo más que mar, es un ser vivo individual, sólo que él no lo sabe. El pez es sólo cuerpo, no es mente, y como el cuerpo físico comparte naturaleza con el mar que lo contiene, cuerpo y mar son ambos materia, al no tener ningún mecanismo más sutil a su disposición, el pez necesariamente no podrá distinguir su propio cuerpo físico del resto del mar. Llamemos a este nivel de conciencia el nivel físico.

El pez percibe su medio, pero no se concibe a sí mismo como separado de él


Observemos ahora la conciencia de un ser humano; aquí debemos concretar más, ya que hay una gran diversidad de nivel desarrollo de la conciencia en la humanidad, desde individuos no mucho más evolucionados que el pez, hasta el otro extremo. Consideremos un individuo con conciencia poco evolucionada: como ser humano, tiene auto-conciencia, se percibe a sí mismo como separado del mundo; puede hacerlo porque tiene mente, y la mente es más sutil que el cuerpo físico. Su mente discrimina fácilmente entre su cuerpo físico y el resto de la materia del mundo. Pero al estar poco evolucionado, es incapaz de diferenciarse de sus emociones y pensamientos. Esa persona vive inmersa en un mundo emocional-mental, tal como el pez vive inmerso en el agua, y no tiene mecanismos de percepción suficientemente sutiles para diferenciar entre él mismo y sus emociones-pensamientos, se confunde con ellos, cree ser ellos, ese el nivel en el que tenemos un ego y nos confundimos con él. Esa persona es sus emociones-pensamientos. Llamemos a este nivel de conciencia el nivel mental.

En el caso de una persona más evolucionada, en cuanto a conciencia se refiere, hay un salto de percepción: consigue distinguir, discriminar entre el sí mismo y sus emociones-pensamientos, se vive como separado de ellos, como algo más que ellos. La vivencia del propio yo pasa a ser muy sutil, más sutil que el más sutil de los pensamientos o emociones, tan sutil que a veces pareces no existir en absoluto, ya que no puedes definirlo, ningún concepto mental puede definir esa yoidad sutil. Desde esa posición, percibes tu mundo emocional y mental de forma similar a como la persona menos evolucionada percibe su cuerpo: son tuyos, pero no eres tu. Ya no eres tus pensamientos y emociones, eres algo más sutil, pero no eres capaz de saber qué eres exactamente, sólo eres capaz de decir lo que no eres: ni cuerpo, ni emociones, ni mente. El ego es trascendido. Llamemos a este nivel de conciencia el nivel noético.

En cada nivel de conciencia, para percibirnos diferenciados de nuestro entorno, necesitamos una percepción más sutil que el propio entorno: para diferenciarnos del entorno físico, denso, necesitamos la mente-emoción que es mucho más sutil que la materia, y para diferenciarnos de las emociones-pensamientos necesitamos una percepción aún más sutil, que no es ninguna emoción ni pensamiento, es una especie de testigo-observador más allá de la mente. ¿Existen niveles de conciencia aún más sutiles? Si la respuesta es afirmativa, seríamos capaces de discriminar entre nosotros mismos y el observador-testigo noético, nuestra yoidad sería aún más sutil. Hay pocos individuos que afirmen haber llegado a ese nivel, pero existen, en diversas épocas y tradiciones, y a ese estado de percepción se le ha llamado de diversas formas: nirvana, unión con lo divino (Yoga, en su significado real, más allá de las posturas del Hatha Yoga), unión o experiencia mística, satori, etc. En ese nivel lo que sentimos que somos es indescriptible, inefable, pues está dos niveles por encima de la mente que usamos para describir las cosas. Hay teorías, como la  teosofía, que defienden la existencia de niveles aún superiores, absolutamente ininteligibles desde un nivel mental. Actualmente, la humanidad en conjunto está lentamente evolucionando desde el nivel mental hacia el nivel noético.