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diumenge, 29 d’octubre del 2017

El ego es inconsciencia, y puede trascenderse

De gimnasios, salud, estética y egos

Llevo unos años acudiendo al gimnasio para cuidar la salud del cuerpo; es un gimnasio de pesas libres y máquinas de pesas. Al principio con media hora quedaba dolorido por días, actualmente dedico una hora y sólo me queda un ligero dolor al día siguiente. En cada ejercicio estoy concentrado en lo que estoy haciendo, y entre ejercicios suelo mirar el móvil para distraerme, ya que para mi el gimnasio es aburrido, no tengo la motivación que veo en otros para ir a más, para superarse levantando pesas cada vez mayores. Hay una pared de unos 15 metros de largo totalmente recubierta de espejo, y frecuentemente ves a la gente, mayoritariamente hombres, mirarse largo y tendido, observando sus propios músculos, en muchos de ellos claramente hipertrofiados; se miran de frente, se giran ligeramente para ver el torso, los brazos. Yo ya tengo una edad, y recuerdo que en los gimnasios de los años 80 esto de los espejos se hubiera considerado ridículo, pero en la actualidad es normal. En mi caso nunca me miro en el espejo, de hecho sólo utilizo el espejo para peinarme y para afeitarme, soy así de anticuado.

El ego herido

En la sesión de ayer me sentí más en forma que otros días, podía levantar más peso y con menos esfuerzo; es una sensación agradable ver que ahora puedes hacer lo que hace una semana era imposible. Ya hacia el final de la sesión llegaron al gimnasio tres chavales que parecían muy jóvenes, sobre unos 18 años, altos, y extraordinariamente delgados. No les presté mayor atención y seguí con mis ejercicios. Cuando terminé, me dirigí a coger mi mochila para irme, cuando vi que uno de los chavales estaba levantando una pesa con la que yo tendría que esforzarme al máximo, y la estaba moviendo con gran facilidad. Primero sentí sorpresa, ¿cómo era posible que con ese aspecto frágil, y siendo tan joven, pudiera mover eso sin esfuerzo? Casi de inmediato la sorpresa se convirtió en una emoción negativa, no me gustaba lo que estaba viendo, sentí una decepción, que rápidamente se convirtió en ira de baja intensidad, que se traducía en ganas de criticar, de atacar. Este proceso emocional fue muy rápido y muy breve: sólo unos segundos. En cuanto "me di cuenta" de mi estado se detuvo la generación de emociones negativas ... aunque por poco surge otra, la decepción conmigo mismo por sentir eso; menos mal que ya he aprendido a ser compasivo conmigo mismo, de forma que esa nueva emoción negativa no duró más que un instante.

Identificación inconsciente con ideas

Más tarde, reflexionando sobre ello, como tengo por costumbre hacer,  "vi" que todo el carrusel de emociones negativas se había producido gracias a mi estado de baja consciencia en el gimnasio; sobre como nuestra nivel de conciencia va cambiando continuamente ya escribí en el artículo conciencia plena continuada. Creo que el aburrimiento que me supone estar una hora en el gimnasio de máquina en máquina, el "distraerme" con el móvil entre ejercicios, me induce a un nivel de conciencia más bajo que el habitual en mi. En ese estado, los pensamientos que tuve del estilo de "hoy estoy levantando un gran peso peso y con más facilidad que nunca anteriormente" se toman como algo personal ("!¡vaya! no está mal, no está mal"), te identificas con ellos de forma automática, o sea, inconscientemente. Es un proceso natural, automático: si no estas muy consciente, lo que piensas crees que eres tu, y tu te crees que eres lo que piensas, al menos hasta cierto punto. Por eso, cuando vi al chaval ese tan delgado levantar con más facilidad que yo un gran peso, sentí que mi idea de que estaba progresando quedaba sin valor (si incluso ese crío delgaducho me supera... entonces es que lo que he logrado no tiene ningún valor, y por tanto yo, yo mismo, tampoco), y automáticamente, la negación del yo produce el carrusel de emociones negativas. Este proceso de identificación con pensamientos es lo que se conoce por "ego", y seguramente es necesario para que el individuo se constituya psicológicamente como tal. No obstante, puede y debe de ser trascendido. En este sentido las emociones negativas son muy valiosas, pues nos marcan claramente cuando tenemos el ego activado; si estamos suficientemente conscientes para darnos cuenta de cuando surgen, sabremos en que situaciones nuestro nivel de conciencia es bajo, y podremos mejorarlo.

Trascender el ego 

Hay muchos que opinan que no se puede vivir sin ego, y es cierto hasta cierto punto, pues el ego es necesario si nuestro nivel de conciencia no es elevado. Cuando practicamos la atención plena - mindfulness - ya estamos activando un nivel de conciencia sin juicios que permite la aceptación de lo que es y la práctica de la compasión. En esa práctica formal, usamos las características más avanzadas de nuestro cerebro - en términos evolutivos -, para auto-observarnos y darnos cuenta de nuestros automatismos; cuando "miramos" lo que es inconsciente, lo hacemos consciente, y deja de ser automático, se detiene el automatismo. De ahí los múltiples beneficios de la práctica de la atención plena, pues nos lleva a un estado en que el proceso egoico de identificación queda detenido, o muy limitado, con lo cual la producción de estados emocionales negativos también se detiene. 

Pero la Naturaleza nos impulsa a la individualidad, a ser alguien; por ello, cuando el ego psicológico se debilita, algo debe de ocupar su lugar, nos tenemos que identificar con otra cosa. La identificación es un proceso mental, y dependiendo de nuestro aprendizaje previo y de nuestras características personales tenderemos a dejar atrás el ego por caminos distintos. Dos grandes corrientes se conocen desde hace mucho:

  • somos la conciencia en sí: la vía del Vedanta en general, también del Budismo, quizá con otros nombres, como el "vacío", o la mente profunda;
  • somos una identidad pura, esencialmente divina, más allá de cualquier concepto: la vía del Yoga (el Atman), también del Cristianismo (el Alma).

En cualquier caso, la próxima vez que acuda al gimnasio no voy a "distraerme" más, estaré más consciente, para evitar sentir emociones negativas ni siquiera por unos segundos, no son necesarias, así que mejor prescindir de ellas.





dimarts, 24 d’octubre del 2017

Reflexiones sobre la tolerancia

- La caridad, amigo mio, es poco comprendida excepto cuando concierne a dar dinero. Es mejor y más elevado cultivar la tolerancia, que es la más valiosa de todas las cualidades.
- Continua por favor.
- Se habla sobre lo sanador que es perdonar, pero si se tiene tolerancia, el perdón no es necesario. La persona realmente tolerante nunca necesita perdonar, pues toda su actitud hacia los demás es de un perdón ininterrumpido, perdona a los demás sus errores y sus faltas, por decirlo así, antes de que hayan sido cometidos.

Reflexionó por un momento y luego añadió:

- El amor perfecto y la tolerancia perfecta son inseparables. Nadie puede amar verdaderamente y sentir una sensación de condena al mismo tiempo, tal cosa es una contradicción. Pues un sentimiento de condena no es otra cosa que una percepción, pese a lo ligero o momentáneo, de odio.
- Entonces, ¿que opinas del castigo?
- Es una especie de venganza. Por lo tanto, el que una persona castigue a otra es meramente añadir un error sobre otro. En cuanto al castigo legal: los delincuentes deben de ser restringidos y reformados, pero con benevolencia y con buen ejemplo, nunca con castigos.

El Iniciado - Cyril Scott

dijous, 19 d’octubre del 2017

Transcendence: what it is, difficulties, warnings and opportunities that brings us

Our mental frame by which we are guided

We all have ideas, opinions, mental schemes, about what surrounds us, about our life and everything it contains; it is natural in the human species to form concepts, projects, dreams, to have ideals, etc. The process of creating all that mental frame begins very early in our life, and does not stop, in any case slows down in old age. And that mental frame is necessary to guide us in life, to make decisions, to undertake vital journeys, embark on projects, take risks.

 But on the other hand, if we look at it reflexively, we will see that our functioning, natural as it is, has its limitations, its defects; surely everyone will have heard of "leaving your comfort zone," or "reinventing yourself," alluding precisely to leave a mental scheme that is limiting you, one that you were following, for which you guided, with a unsatisfactory result. And is that every mental scheme, being formed by ideas, which are not absolute truths but always relative, can be changed, flexibilized, adapt to changing realities; in part that's what a life coach does, make you reflect on yourself, what really motivates you in depth, from there to readjust your mental frame, reorienting it.

Transcendence

But this blog is not dedicated to coaching or positive psychology, but rather to the transcendence of habitual mental state through relaxation, meditation and mindfulness. Transcendence is not about changing mental frames, but about acquiring a higher, more expansive point of view, from which you observe all ideas with detachment, evenly, without identifying with any of them. We do not seek an optimal mental framework to succeed in the work, or in our personal goals, on the contrary, we loose, loosen our hold on ideas, and we are released, disconnected from any idea, ideology, concrete vision.

http://viajerosreverdes.com/estambul-desde-el-tejado/
To give a simple example: two people who live on the same street work in the same company, and both go to work, but do not follow the same route, each has chosen, by personal preference, a different route between the streets. Sometimes they coincide when leaving home, and go together to work, and either one of them follows the other, or they make a mixed path; the person who has to change his route feels an uncomfortable point, since it is not his natural route, although not one is "better" than the other, it is a "personal" question. This is a simple example of mental frames with which these people, unconsciously, are identified, is part of their comfort zone. The trascendence  in this case could be to climb one day to the roof of the house, from that height observe the area, observe the paths, and see that there are many possibilities, all with their pros and cons, and that is ultimately totally without transcendence  to choose one or the other, that does not make sense to attach to any of them; so loose that psychological attachment not because you want to attach yourself to another better layout, in fact you do not want anything in particular, you simply see clearly, from the height of the roof, that the choice is inconsequential. Is such a state desirable? Can we really live that way, without a personal frame of mind to guide us in life?

Difficulties and warnings

"Everything good in life comes from jumping to the void"
http://minutoaminutoblog.blogspot.com.es/2014/10/otono.html
Actually with the transcendence happens a little as with coaching and his abandonment of the comfort zone, but we are talking about something much more radical: not only leave your area, is that also you do not enter any other area, you stop having "zones". It's like a leap into space. If already leaving a mental area to which you have become accustomed to enter into another presents difficulties in the form of psychological resistances and fear of the unknown, fear of change, we can imagine what it feels like to jump into the "nothing", releasing everything.

Behind each psychological attachment there is a certain amount of personal identification: we believe that to be what we cling to. If we are what we do and think, then we are our mental frame, which is what we think and guide us in our decisions, opinions and in our doing. Therefore, any major change in that mental frame we live as a profound personal change, of our own identity, that changes, we stop being in a way to happen to be of another form. These changes of oneself are always a little, quite, or very traumatic, because a more or less important part of what we were is dissolving.

In the transcendence of all mental frames, which come to be seen as relative, we also release all identification with them, to a greater or lesser extent, since transcendence also has degrees, it being very unusual for a person to have transcended all 100% mental frames In any case, in transcending ideas, transcends also identifications, and is a process that can be especially hard, at least at first, because you feel that your own self is weakened, dissolves, that self composed of ideas, opinions, tendencies, ideals, dreams, all that, is seen in perspective, is released, loosens, and there is an experience of dissolution of oneself.

It is a process that should never be undertaken unless one feels the real need to do so; and the only way to feel that need for total detachment is through the desire to know reality as it is, even at that price of losing oneself. Because reality itself is transcendent, it can not be known by being limited, closed, within a particular personal mental frame. When the person awakens that need, that longing to know, to live the total reality, that force is so great that it is capable of destroying everything that was once lived, that it was a partial reality, our small personal world.

Opportunities that give us the transcendence

Even our noblest and most beautiful ideals and dreams, those that seem so right, being personal, are transcended; did we believe that our profession would make us happy, fulfilled? That following our vocation was the ideal? That forming a close, happy, loving family was our goal? Maybe get to excel in some sport? Have a lot of friends? To live in a just society? To change the "system" for a more just and balanced, more respectful with Nature? To treat our companions better animals? All of these are mental frames, they are partially true, and therefore, by identifying with them, they limit us. Transcendence we can see as a center, as being in a central position, equidistant to everything, from which we see all that with equanimity, with detachment, but also with empathy and tolerance.   

From that central position we understand in depth all the possible approaches, and we have the opportunity to act as moderators of all of them. For human suffering is largely produced by the clash between reality and our mental frameworks: when what we believe, what we want, and what we identify with, does not coincide with what happens to us, being rigidly attached to our beliefs, makes us suffer. That is why the practice of mindfulness, for example, diminishes suffering, since it makes us act as observers without judgment of what happens, both outside and in ourselves; also the experiential relaxation, when practiced in depth (physical, emotional and mental) helps to loose all ties with our ideas, and in fact any type of meditation goes in that same direction.

It is important to note that we are not talking about a "mystical" transcendence, for monks or nuns, or even spirituality at all; we are at an absolutely practical level, "touching the ground, landed" as mindfulness expert Fernando Tobias likes to say, it is a transcendence of which we are very much in need, for the extreme attachment to personal mental positions is producing much suffering in the form of unhappiness, frustration and chronic distress, depression, suicide, clashes between relatives, between social sectors, between countries.

So the reward for the possible temporary uneasiness produced by the abandonment of any rigid mental position, the release of mental identifications, is the attainment of equanimity of mind, mental and emotional stability, centered view of reality, detachment and misidentification, which lead us to go lighter for life, and a decrease in the suffering caused by the "adversities" of life, of reality. As we have said before, it is not necessary to reach 100% transcendence to experience those benefits; the majority of people will be placed in an intermediate degree: they still maintain mental frames that are useful for their life, but at the same time they have achieved a certain degree of transcendence, so that their attachment is not very strong, they are therefore adaptable , flexible, know that they should not cling to rigid mental positions, flow with situations and adapt their mental frameworks to that changing reality. Whether we practice serious relaxation or any type of meditation we will be promoting the establishment of that state of transcendence, to the degree that we feel comfortable, we never have to force beyond.   




 

Percepción no sensorial y meditación

La percepción según la ciencia de inicios del siglo XXI

En la visión realista del mundo físico, existen dos teorías generales sobre la naturaleza de la percepción:  realismo directo fuerte (RDF) que afirma que nuestra  percepción del mundo es muy real y directa, y la teoría representativa amplia (TRA), que afirma que el contacto perceptual con elementos físicos siempre está mediado psicológicamente, es decir, está constituido por la combinación del ser del sujeto en un estado psicológico más fundamental, que no es en sí mismo elemento físico perceptivo.

Sucede que RDF de por sí no puede proporcionar una explicación satisfactoria del contenido fenoménico de la percepción y de su riqueza, mientras que BRT no puede explicar cómo podemos tener un acceso perceptivo genuino al mundo físico. Otra posibilidad es abandonar la suposición del realismo físico y adoptar una visión idealista del mundo físico, diciendo que el mundo físico es creado por la organización de la experiencia sensorial humana, o por algún complejo más rico de hechos no físicos en el que se reside esa organización sensorial. Esta teoría idealista está siendo presentada y defendida en círculos académicos, y surgió como una posible interpretación de los extraños descubrimientos de la Física Cuántica (ver por ejemplo John Foster (2003): The Nature of Perception. Oxford Scholarship Online).

La percepción desde el punto de vista de la meditación

La ciencia sólo contempla la percepción sensorial, y sus teorías, tanto la realista como la idealista, se refieren a la realidad física externa percibida. Pero cualquier meditador sabe, por experiencia, que la percepción puede enfocar, darse cuenta, de objetos de percepción mucho más sutiles que los objetos sensoriales. En efecto, los principiantes en meditación acceden a la auto-percepción de su cuerpo, emociones y pensamientos; en la percepción de un pensamiento, éste se convierte en el "objeto" percibido por el "sujeto", se trata de un objeto no físico, y de un sujeto todavía más sutil que el pensamiento percibido. 

En meditadores avanzados, la mente se aquieta hasta tal punto que se permanece en silencio mental prolongado, pero manteniendo la atención totalmente activa. ¿Qué se percibe con una mente en silencio y con plena atención? Pues se perciben estados internos no físicos de paz, de bienestar intrínseco, esto es, no dependiente de nada externo, ni siquiera de pensamientos positivos, de hecho hasta los pensamientos son vistos como algo externo al sujeto. Esa percepción no física de alguna forma es capaz de estimular el cerebro y por eso nos hacemos conscientes de esa paz interior; por tanto es como si la percepción abriera un canal de comunicación desde lo no físico hasta el cerebro, que nos permite ser conscientes de esos estados internos. De hecho estos meditadores suelen afirmar que esa paz siempre "ha estado ahí" y lo que hacemos es desarrollar una percepción más sutil que es capaz de redescubrirla. Esta percepción, no contemplada aún por la ciencia pues está fuera de su ámbito de trabajo, es conocida y experimentada por cualquier persona que dedique un poco de tiempo a meditar, no es nada fuera de lo común, al contrario, parece ser una característica de la persona común.

Llegados aquí, surgen muchas preguntas. Así como la percepción física tiene unos canales por los que fluye la información del objeto hacia el sujeto, que son los sentidos, parece que deberían existir otros canales de percepción más sutiles que transmiten la información de esos estados subjetivos de paz y bienestar, que se sienten como muy reales y muy intensos, que son el objeto de percepción, hasta el sujeto; ¿cuáles pueden ser esos canales? Los estados son subjetivos, pero el hecho de que cualquiera pueda experimentarlos, en mayor o menor grado, es un hecho objetivo. Esa paz y bienestar intensos, vivos, que se perciben claramente, ¿existen en nosotros o bien son externos a nosotros? ¿Son parte de nuestro ser o tienen una existencia independiente de nosotros? ¿Quizá el ser humano posee otros canales sensoriales sutiles, no físicos, que se desarrollan al meditar?

Percepción "mística"

Si miramos ya no lo que es accesible a cualquier meditador con un mínimo de dedicación sino lo que perciben los más avanzados, encontramos que hay numerosos testimonios de percepción de estados suprafísicos muy elevados, hay personas que han sido capaces de conectar su cerebro físico con estados místicos absolutamente fuera de lo común. Tales experiencias comparten dos características:
  • Inefabilidad: incapacidad para capturar y describir la experiencia en el lenguaje ordinario
  • Calidad noética: la noción de que la experiencia mística revelan un conocimiento oculto, difícilmente accesible.
Un ensayo, en inglés, que me ha parecido interesante y clarificador con el tema de la experiencia mística, es obra de un profesor de filosofía que vivió en sí mismo una experiencia mística espontánea, Douglas W. Shrader (2008): Seven Characteristics of Mystical Experiences. Proceedings of the 6th Annual Hawaii International Conference on Arts and Humanities (disponible en línea).

En la definición de la palabra misticismo aparece ligada con el concepto de Dios:

  1. m. Estado de la persona que vive en la contemplación de Dios o dedicada a las cosas espirituales: los monjes sufíes viven en el misticismo.
  2. Estado de perfección religiosa que consiste en la unión inefable del alma con Dios.
  3. Doctrina religiosa y filosófica que enseña la comunicación directa entre el hombre y la divinidad a través de la intuición o el éxtasis
Entonces podríamos decir que la percepción del estado de éxtasis establece un canal de comunicación entre algo externo al sujeto, que seria Dios, la divinidad, o alguna cosa en todo caso superior, y la mente del sujeto. Pues el proceso de percepción es siempre dual: intervienen dos entes, el sujeto que percibe y el objeto de percepción. En cambio la conciencia puede experimentarse como no dual. La relación entre percepción y conciencia es otro gran tema, pero por ahora lo dejamos aquí.





dissabte, 14 d’octubre del 2017

Una presencia intensa, pero silenciosa

By Hjain89 (Own work) [CC BY-SA 4.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)], via Wikimedia Commons

















Sientes como si hubiera una presencia consciente —tu yo profundo.
Se trata de una presencia intensa, pero silenciosa, que disuelve los patrones negativos de la mente.
Puede que todavía persistan en ti durante algún tiempo, pero ya no dirigiran tu vida.
Eckart Tolle 

dimecres, 11 d’octubre del 2017

La conciencia va más allá de lo que piensas

Traducido y resumido del artículo original Consciousness Goes Deeper Than You Think  Scientific American, 19/9/2017

Un artículo sobre la neurociencia de la conciencia infantil, que atrajo cierto interés hace unos años, preguntó: "¿Cuándo se vuelve consciente tu bebé?" La premisa, por supuesto, fue que los bebés no nacen conscientes, sino que desarrollan conciencia al algún punto. Según el artículo, es aproximadamente cinco meses de edad; sin embargo, es difícil creer que no hay nada de conciencia, nada  que se sienta ser en un recién nacido.

Los recién nacidos claramente parecen experimentar sus propios cuerpos, el medio ambiente, la presencia de sus padres, etcétera, aunque de manera irreflexiva y orientada al presente. Y si siempre se siente algo siendo un bebé, entonces los bebés no se vuelven conscientes, en su lugar, son conscientes desde el principio.

El problema es que, de manera algo alarmante, la palabra "conciencia" se utiliza a menudo en la literatura como si se mezclara o implicara con algo más que sólo las cualidades de la experiencia. Dijksterhuis y Nordgren, por ejemplo, insistieron en que "es muy importante darse cuenta de que la atención es la clave para distinguir entre el pensamiento inconsciente y el pensamiento consciente. El pensamiento consciente es pensado con atención ". Esto implica que si un pensamiento escapa a la atención, entonces es inconsciente. ¿Pero es la mera falta de atención suficiente para afirmar que un proceso mental carece de las cualidades de la experiencia? ¿No podría un proceso que escapa al foco de atención todavía ser sentido como algo?

Considere su respiración ahora mismo: la sensación de aire que fluye a través de sus ventanas de la nariz, los movimientos de su diafragma, etcétera. ¿No estaba experimentando estas sensaciones hace un momento, antes de dirigir su atención a ellos? ¿O simplemente no sabía que los estaba experimentando todo el tiempo? Al dirigir su atención a estas sensaciones, ¿las hizo conscientes o simplemente le hizo experimentar la calidad extra de saber que las sensaciones eran conscientes?

De hecho, Jonathan Schooler ha establecido una clara distinción entre procesos conscientes y metaconscientes. Mientras que ambos tipos implican las cualidades de la experiencia, los procesos meta-conscientes también implican lo que él llamó re-representación. Periódicamente la atención se dirige hacia la evaluación explícita del contenido de la experiencia. La meta-conciencia resultante implica una representación explícita de la conciencia en la que uno interpreta, describe o caracteriza de otra manera el estado de la mente. 

Así, donde la atención juega un papel importante es en la re-representación; es decir, el conocimiento consciente de una experiencia, que subyace a la introspección. Los sujetos no pueden relatar -ni siquiera a ellos mismos- experiencias que no son re-representadas. Sin embargo, nada impide que ocurran experiencias conscientes sin re-representación. Por ejemplo, se ha demostrado que los sueños carecen de re-representación, a pesar del hecho innegable que se experimentan en la conciencia. Esta brecha entre lo relatable y los contenidos de la conciencia ha motivado la aparición de los llamados "paradigmas de lo no-relatable" en la neurociencia moderna de la conciencia.

Claramente, la suposición de que la conciencia se limita a contenidos mentales re-representados bajo el foco de la atención confunde erróneamente la meta-conciencia con la conciencia propiamente dicha. Sin embargo, esta confusión es perturbadoramente generalizada. Consideremos las palabras de Axel Cleeremans

"La conciencia ... siempre parece implicar mínimamente la capacidad de saber que uno sabe. Esta habilidad, después de todo, constituye la base de los informes verbales que tomamos como la indicación más directa de la conciencia. Y cuando observamos la ausencia de tal capacidad para informar sobre el conocimiento involucrado en nuestras decisiones, concluimos con razón que la decisión se basó en el conocimiento inconsciente ". 
Debido a que el estudio de los Correlatos Neuronales de la Conciencia (CCN) depende en gran medida de los informes subjetivos de la experiencia, lo que pasa por el NCC es susceptible de ser meramente los correlatos neurales de la meta-conciencia. Como tal, la actividad mental potencialmente consciente -en el sentido de actividad correlacionada con las cualidades experienciales- puede evadir el reconocimiento como tal.

Ser conscientes de la conciencia


Nuestro Ser más profundo es conciencia pura central, sin pensamientos, y se produce la paradoja de que no somos conscientes de esa conciencia. Nuestra consciencia está firmemente atada a la información sensorial exterior, y a nuestros pensamientos y emociones.

Al meditar, adquirimos la habilidad de apartar nuestra atención del mundo externo, y de conectar nuestra consciencia, nuestra capacidad de discernir, de conocer, directamente con una conciencia pura que de alguna forma sentimos que somos nosotros.

La identidad que es conciencia pura simplemente es, más allá de todo condicionamiento, y se siente como invulnerable, erradicando toda aflicción, preocupación, miedo, inseguridad, todas esas emociones negativas pierden su utilidad, y dejan de experimentarse. Esta unión. o reunión, de la consciencia con la conciencia pura es Yoga, en el sentido original de “unión”, y en último termino conduce al estado de samadhi “la unión con lo divino”.

The practice of meditation frees one from all affliction. This is the path of Yoga. (...) Little by little, through patience and repeated effort, the mind will become stilled in the Self.
La práctica de la meditación le libera a uno de toda aflicción. Este es el camino del Yoga. (...). Poco a poco, a través de la paciencia y del esfuerzo constante, la mente llegará a fijarse en el Ser.  Bhagavad Gita, capítulo 6