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diumenge, 22 de novembre del 2015

La paz está dentro de nosotros, no fuera

Anoche estábamos viendo con la familia una película de guerra, "Black Hawk derribado"; la acción sucede en Somalia. En un punto de la cinta vimos cientos de milicianos somalíes armados que actúan como una horda de locos atacando a un puñado de soldados de la ONU, y matándolos en escenas terribles; en ese momento se me pasó por la mente la idea de que todo el problema de esa guerra,y por extensión de todas, se produjo debido la falta de plena conciencia: la conciencia estaba "capturada" por los pensamientos, y los pensamientos estaban fuera de control debido a las circunstancias.

En la cinta, civiles armados, en turba, matando a los soldados de la ONU,
en teoría enviados para proteger a los civiles de los señores de la guerra


La mañana siguiente me he dedicado primero a meditar sobre ello: una actividad psíquica desquiciada asociada con la conciencia "enredada", absorbida en ella puede producir desastres humanitarios. De hecho, creo que estos estados de conciencia desquiciada, o mejor dicho, estados inconscientes desquiciados, pues el sujeto está "secuestrado" por pensamientos deshumanizados, destructivos,  que le dominan, son la fuente de todos los conflictos.

Luego, pasé 10 minutos practicando una visualización: imaginando un coche con hombres armados en algún lugar de Oriente Medio, vigilando una carretera; en eso que  estos hombres se fijan en la puesta de sol, en su belleza, permanecen atentos, y luego pasan a experimentar paz, y su propia presencia interior, en silencio mental, dándose cuenta de sí mismos, más allá de cualquier conflicto externo, lo que les lleva a regresar a sus hogares, a su familia, a salir del conflicto y abrazar a la gente de su pueblo. Luego visualicé el mismo cambio en la conciencia sucediendo en todo el mundo, llegando a los líderes mundiales, y, finalmente, cómo se establece la paz perenne en todos los países. Al salir de la meditación, sentí un cosquilleo en la piel ... y en el interior.



dimarts, 17 de novembre del 2015

Relajación y meditación con música, musicoterapia

El sábado pasado por la tarde tuvimos, en el máster REMIND, una sesión monográfica de introducción a la relajación y meditación con música, y también a sus aplicaciones terapéuticas. Fue una grata sorpresa para todos nosotros descubrir la potencia sanadora de la música. Así que me he decidido a hacer un pequeño resumen personal de lo aprendido, por si le sirve a alguien (para esto está pensado este blog).

Los fundamentos: vibraciones y armonia

La música son vibraciones del aire, en forma de ondas que se propagan, vibraciones que son producidas en el medio por un instrumento. Además, las ondas de sonido transmiten energía vibratoria, y esto es común a todas las ondas, como la luz (pensemos en la luz del Sol, muy energética) o las ondas sísmicas de los terremotos. Así pues, la música es energía transmitida por el aire que vibra. 

Pero también el ruido es una vibración del aire; ¿cuál es la diferencia entre ruido y música? A nivel introductorio, sin querer pontificar sobre un tema complejo, diremos simplemente que la música tiene armonía

Vibraciones
Toda vibración es una oscilación, parecida a la de un péndulo; al igual que el péndulo puede oscilar más o menos rápidamente, es decir, a mayor o menor frecuencia, también la vibración sonora tiene una frecuencia. Ahora bien, los instrumentos musicales producen vibraciones de distintas frecuencias simultáneamente, así que a nuestro oído llegan varias frecuencias superpuestas simultáneamente; en música a estas frecuencias se les llama notas, o acordes. Por ejemplo, un piano produce frecuencias entre unas 20 hasta unas 4000 oscilaciones por segundo, técnicamente a una oscilación por segundo se le llama un "Hertz", abreviadamente Hz; así pues el piano produce notas entre 20Hz y 4000Hz.

Armonía 
Cuando las frecuencias de estos acordes guardan entre sí ciertas proporciones, el conjunto de acordes que nos llega como un paquete suena bien: es "armónico", tiene armonía, tiene belleza. En cambio si no cumple con esas proporciones entonces nos suena disonante, sin armonía, parece ruido. Así pues, la música es una energía vibrante, que se transmite por el aire, una mezcla de ondas sonoras de distintas frecuencias, que además son armónicas entre sí.  

Relajación y meditación por la música

Si escribimos "música relajante" en Google veremos que las primeras posiciones de los resultados, que son muchos, están ocupadas  por vídeos de YouTube. Es sabido desde la antigüedad los efectos benéficos de escuchar música suave:

After silence, that which comes nearest to expressing the inexpressible is music. Aldous Huxley
La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo. Platón
La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido. Leonard Bernstein

La música puede producir relajación, pero también excitación; puede ser beneficiosa, y también perjudicial, incluso peligrosa; siendo como es el sonido energía, se comprende que un sonido potente emitido a ciertas frecuencias puede ser dañino, incluso mortal. Dejando aparte gustos y preferéncias personales, y otros factores psicológicos, si nos fijamos en el efecto que produce en la mayoría de las personas, ¿qué es lo que diferencia a la música relajante? Más concretamente, en términos de frecuencias y armónicos, ¿cómo definimos a la "música relajante"? Bien, no sabemos la respuesta, la ciencia todavia no ha llegado a una conclusión, de momento hay sólo hipótesis explicativas, a continuación exponemos una de ellas.


Ondas cerebrales y acoplamiento de frecuencias

Los impulsos eléctricos de las neuronas, sumados, producen las ondas cerebrales (https://en.wikipedia.org/wiki/Neural_oscillation)




Resulta que el cerebro también tiene sus propias vibraciones, eléctricas en este caso: las ondas cerebrales; entre los cuatro tipos de ondas cerebrales, las denominadas ondas alfa, que tienen un rango de frecuencia de entre 8 y 13Hz, están relacionadas con estados de relajación consciente (no de sueño, estas relajado pero despierto). Así que cuando estamos relajadamente conscientes, nuestro cerebro produce ondas de baja frecuencia en un rango concreto.

Por otro lado, existe en la Naturaleza un fenómeno físico denominado acoplamiento, que es una forma de transferencia de energías; entre los diversos tipos de acoplamiento, tenemos el acoplamiento de frecuencias, en las que dos sistemas que están vibrando con diferentes frecuencias toman contacto y se acoplan: pasan a tener la misma frecuencia.

Si la música que escuchamos tiene frecuencias que son "compatibles" con las ondas alfa del cerebro, tenemos la hipótesis de que ambas vibraciones, la del sonido y las cerebrales, se "acoplan", en este caso el cerebro ajusta su frecuencia a la de la música, produciendo ondas alfa y la consiguiente relajación.

Por ejemplo, hay una frecuencia famosa, incluso con leyenda (quizá es una historia verídica, no lo se): la de los 432Hz, que fue utilizada hasta el siglo pasado en muchas composiciones clásicas con instrumentos; esta frecuencia es un múltiplo entero del de las ondas alfa, pues 432 : 8 = 54, y esta es una característica de la armonía entre ondas sonoras, descubierta por los Pitagóricos. Por otro lado los 432HZ también son un múltiplo de otras frecuencias, como las ondas gamma de 27Hz, que pueden estar relacionadas con la conciencia de unidad con el todo, o con  las ondas beta de 24Hz, relacionadas con el estado normal de conciencia. Quizá la relajación inducida por la música produce diversas ondas cerebrales acopladas, con una frecuencia dominante alfa. Es solo una hipótesis.


Cuencos tibetanos
Colección de cuencos tibetanos de metal

Son cuencos fabricados con una aleación de metales, tal que  el cuenco vibra al ser golpeado o frotarlo por el borde de forma circular con un mazo o baqueta, produciendo un sonido similar a una campana. El sonido que emiten es muy puro, en el sentido de que producen frecuencias armónicas bien definidas, que dependen del tamaño, peso, forma, metales usados y forma de golpearlo. En todo caso son bien conocidos sus efectos como medio de obtener relajación y entrar rápidamente en estados meditativos. También tienen efectos terapéuticos, por dos canales distintos:

  • Por ser un medio de relajación, ya que cualquier método de relajación puede usarse como terapia del estrés, ansiedad, nerviosismo, etc.
  • Las vibraciones que genera, si ponemos el cuenco en contacto directo con el cuerpo, se transmiten directamente a éste, sin mediación del aire. En esta terapia el sujeto se echa en una colchoneta con los ojos cerrados, el terapeuta coloca uno o varios cuencos encima de zonas determinadas del cuerpo, y los hace vibrar de tal forma que, si el terapeuta tiene experiencia, las vibraciones de los cuencos son armónicos entre si, y se transmiten al interior del cuerpo. De esta forma, el cuerpo puede llegar a notar frecuencias inaudibles para el oído (muy alta frecuencia o muy baja). La sensación de bienestar e incluso de liberación de emociones reprimidas puede llegar a ser muy notable. En este sentido, hay teorías que relacionan el efecto producido con los chakras del cuerpo, que también tienen su propia frecuencia vibratoria.





dijous, 5 de novembre del 2015

Identificación de la persona con ideas

El problema de la identificación de la persona con ideas


Hay un proceso automático que se da con mucha frecuencia entre nosotros que es el siguiente: yo descubro una idea, que puede ser de fabricación propia o creada por otros y aceptada por mi, que veo como correcta, como cierta; entonces esa idea queda adosada, incorporada, mezclada con mi personalidad, con mi noción de Yo. Es un proceso natural de la psique humana, de hecho el propio ego es una mezcla de ideas entrelazadas entre sí, así que este proceso forma parte de la creación y mantenimiento del ego.

El problema es que las ideas, por buenas que nos puedan parecer, son siempre parciales, contienen una verdad parcial, un punto de vista. Pero nuestro ego necesita sentirse estable, busca Ser; al basar su existencia en ideas parciales, se mete en problemas, pues cualquier acontecimiento externo que niegue la idea aceptada producirá un sentimiento de destrucción de la estructura del ego, que se siente como de destrucción propia, debido al mecanismo de identificación. Este es un proceso exacto, es así como sucede.

Quizá parecerá que exagero, pero el problema planteado es, o puede ser, grave o muy grave; dependiendo del nivel de identificación que tengamos, de lo bien o lo mal estructurada que esté nuestra psique, y de los acontecimientos externos, la negación de ideas que hemos integrado en nuestro sentido del yo mismo puede ser desde meramente un malestar pasajero hasta una catástrofe, bien para nosotros, bien para aquel que haya sido el culpable de negar nuestras creencias.

Esto se ve claramente cuando uno se ha formado una idea de cómo debe de ser su vida: pues he de tener un buen trabajo, unas buenas amistades, una familia estable, etc. Si esa idea se integra con nuestro sentido de ser, y por lo que sea no llega a cumplirse, incluso parcialmente, nos sentimos negados, fracasados, y caemos en depresión, uno de los males más extendidos en las sociedades desarrolladas. En cambio en los países que mantienen conflictos armados permanentes, donde la vida es muy dura, es prácticamente desconocida la depresión psíquica; las personas que han de sobrevivir dia a dia no planean nada, no piensan en vidas idílicas, y por tanto no pueden identificarse con esas ideas, que lo único que harían sería añadir más sufrimiento al que ya tienen.

También se ve claramente en el proceso de identificación con las ideologías; en este caso hay un cuerpo estructurado de ideas, más bien dogmáticas, pero que siguen siendo parciales, y que son aceptadas e integradas profundamente en la personalidad. Pensemos por ejemplo en las religiones, y también en las ideologías políticas, económicas, o morales. Y pensemos también cuantas desgracias, conflictos, guerras y  horrores hemos sufrido debido a la aplicación ciega de ideologías. En el caso extremo, la identificación es tan fuerte que cualquier individuo que no comulga con la ideología es visto como un peligro, como un enemigo de nuestra misma existencia, como alguien que ha de ser convertido o destruido. Por tanto es un tema muy serio. 

La solución

¿Porqué sucede esta identificación? Es expresión de una ley natural: la evolución biológica ha creado seres complejos, formados por miles de millones de células individuales, que tienden a ser auto-conscientes, a ser "alguien". En el curso actual de nuestra evolución, la identificación es con la mente más que con el cuerpo. Hay una demanda interior, natural, de ser alguien, pero ¿quien? Es esta tendencia a satisfacer la demanda de ser alguien la que nos lleva a construir un ego a partir de ideas: yo soy Fulano de tal, soy ingeniero, soy agnóstico, soy ... De hecho no somos nada de todo eso, deberíamos decir: ahora mismo tengo un nombre, una profesión, una creencia, ... pero son variables, si me pregunta dentro de diez años quizá haya cambiado todo eso.

Si cuando yo me encuentro con una idea, en vez de aceptarla e incorporarla a mi ser, medito sobre la verdad en sí, mi intuición de verdad, de la cual esa idea es sólo una forma, un aspecto parcial, entonces mi visión se amplia, y podré aceptar otras ideas distintas, y en el caso de que la idea original se vea disminuida o negada no afectará mi sentido de ser, no necesitaré defenderla, ni me sentiré ofendido o rebajado. No habrá malestar, ni resentimiento, ni frustración.  

Y esta actitud tendrá un segundo efecto, tan importante o más que el primero: al actuar así, me iré descubriendo como un ser que está más allá de las ideas, por buenas que parezcan. No me confundiré con cosas, con estados, con ideologías. Me daré cuenta de que yo soy independiente de todo eso, de que yo simplemente, soy, sin más. Y ya no sufriremos, ni haremos sufrir más, por las ideas parciales. El mismo ego se debilitará, no desparecerá, pero perderá fuerza, y ya no podrá tomar el control, más bien lo controlaremos nosotros, y lo usaremos como un medio de expresión de nuestro ser. 

No puedo dejar de repetir la importancia de esta des-identificación: si la educación reglada incluyera en sus programas el desarrollo de esta visión, de este modo de ser libre, no ligado a ideologías, y lo hiciera bien, creyendo en lo que hace, poniendo los recursos necesarios, imagine el lector la transformación social que veríamos en sólo unos pocos años. El efecto que tendría en los conflictos que ahora tenemos por todo el mundo. Sería revolucionario.