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dimarts, 17 de novembre del 2015

Relajación y meditación con música, musicoterapia

El sábado pasado por la tarde tuvimos, en el máster REMIND, una sesión monográfica de introducción a la relajación y meditación con música, y también a sus aplicaciones terapéuticas. Fue una grata sorpresa para todos nosotros descubrir la potencia sanadora de la música. Así que me he decidido a hacer un pequeño resumen personal de lo aprendido, por si le sirve a alguien (para esto está pensado este blog).

Los fundamentos: vibraciones y armonia

La música son vibraciones del aire, en forma de ondas que se propagan, vibraciones que son producidas en el medio por un instrumento. Además, las ondas de sonido transmiten energía vibratoria, y esto es común a todas las ondas, como la luz (pensemos en la luz del Sol, muy energética) o las ondas sísmicas de los terremotos. Así pues, la música es energía transmitida por el aire que vibra. 

Pero también el ruido es una vibración del aire; ¿cuál es la diferencia entre ruido y música? A nivel introductorio, sin querer pontificar sobre un tema complejo, diremos simplemente que la música tiene armonía

Vibraciones
Toda vibración es una oscilación, parecida a la de un péndulo; al igual que el péndulo puede oscilar más o menos rápidamente, es decir, a mayor o menor frecuencia, también la vibración sonora tiene una frecuencia. Ahora bien, los instrumentos musicales producen vibraciones de distintas frecuencias simultáneamente, así que a nuestro oído llegan varias frecuencias superpuestas simultáneamente; en música a estas frecuencias se les llama notas, o acordes. Por ejemplo, un piano produce frecuencias entre unas 20 hasta unas 4000 oscilaciones por segundo, técnicamente a una oscilación por segundo se le llama un "Hertz", abreviadamente Hz; así pues el piano produce notas entre 20Hz y 4000Hz.

Armonía 
Cuando las frecuencias de estos acordes guardan entre sí ciertas proporciones, el conjunto de acordes que nos llega como un paquete suena bien: es "armónico", tiene armonía, tiene belleza. En cambio si no cumple con esas proporciones entonces nos suena disonante, sin armonía, parece ruido. Así pues, la música es una energía vibrante, que se transmite por el aire, una mezcla de ondas sonoras de distintas frecuencias, que además son armónicas entre sí.  

Relajación y meditación por la música

Si escribimos "música relajante" en Google veremos que las primeras posiciones de los resultados, que son muchos, están ocupadas  por vídeos de YouTube. Es sabido desde la antigüedad los efectos benéficos de escuchar música suave:

After silence, that which comes nearest to expressing the inexpressible is music. Aldous Huxley
La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo. Platón
La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido. Leonard Bernstein

La música puede producir relajación, pero también excitación; puede ser beneficiosa, y también perjudicial, incluso peligrosa; siendo como es el sonido energía, se comprende que un sonido potente emitido a ciertas frecuencias puede ser dañino, incluso mortal. Dejando aparte gustos y preferéncias personales, y otros factores psicológicos, si nos fijamos en el efecto que produce en la mayoría de las personas, ¿qué es lo que diferencia a la música relajante? Más concretamente, en términos de frecuencias y armónicos, ¿cómo definimos a la "música relajante"? Bien, no sabemos la respuesta, la ciencia todavia no ha llegado a una conclusión, de momento hay sólo hipótesis explicativas, a continuación exponemos una de ellas.


Ondas cerebrales y acoplamiento de frecuencias

Los impulsos eléctricos de las neuronas, sumados, producen las ondas cerebrales (https://en.wikipedia.org/wiki/Neural_oscillation)




Resulta que el cerebro también tiene sus propias vibraciones, eléctricas en este caso: las ondas cerebrales; entre los cuatro tipos de ondas cerebrales, las denominadas ondas alfa, que tienen un rango de frecuencia de entre 8 y 13Hz, están relacionadas con estados de relajación consciente (no de sueño, estas relajado pero despierto). Así que cuando estamos relajadamente conscientes, nuestro cerebro produce ondas de baja frecuencia en un rango concreto.

Por otro lado, existe en la Naturaleza un fenómeno físico denominado acoplamiento, que es una forma de transferencia de energías; entre los diversos tipos de acoplamiento, tenemos el acoplamiento de frecuencias, en las que dos sistemas que están vibrando con diferentes frecuencias toman contacto y se acoplan: pasan a tener la misma frecuencia.

Si la música que escuchamos tiene frecuencias que son "compatibles" con las ondas alfa del cerebro, tenemos la hipótesis de que ambas vibraciones, la del sonido y las cerebrales, se "acoplan", en este caso el cerebro ajusta su frecuencia a la de la música, produciendo ondas alfa y la consiguiente relajación.

Por ejemplo, hay una frecuencia famosa, incluso con leyenda (quizá es una historia verídica, no lo se): la de los 432Hz, que fue utilizada hasta el siglo pasado en muchas composiciones clásicas con instrumentos; esta frecuencia es un múltiplo entero del de las ondas alfa, pues 432 : 8 = 54, y esta es una característica de la armonía entre ondas sonoras, descubierta por los Pitagóricos. Por otro lado los 432HZ también son un múltiplo de otras frecuencias, como las ondas gamma de 27Hz, que pueden estar relacionadas con la conciencia de unidad con el todo, o con  las ondas beta de 24Hz, relacionadas con el estado normal de conciencia. Quizá la relajación inducida por la música produce diversas ondas cerebrales acopladas, con una frecuencia dominante alfa. Es solo una hipótesis.


Cuencos tibetanos
Colección de cuencos tibetanos de metal

Son cuencos fabricados con una aleación de metales, tal que  el cuenco vibra al ser golpeado o frotarlo por el borde de forma circular con un mazo o baqueta, produciendo un sonido similar a una campana. El sonido que emiten es muy puro, en el sentido de que producen frecuencias armónicas bien definidas, que dependen del tamaño, peso, forma, metales usados y forma de golpearlo. En todo caso son bien conocidos sus efectos como medio de obtener relajación y entrar rápidamente en estados meditativos. También tienen efectos terapéuticos, por dos canales distintos:

  • Por ser un medio de relajación, ya que cualquier método de relajación puede usarse como terapia del estrés, ansiedad, nerviosismo, etc.
  • Las vibraciones que genera, si ponemos el cuenco en contacto directo con el cuerpo, se transmiten directamente a éste, sin mediación del aire. En esta terapia el sujeto se echa en una colchoneta con los ojos cerrados, el terapeuta coloca uno o varios cuencos encima de zonas determinadas del cuerpo, y los hace vibrar de tal forma que, si el terapeuta tiene experiencia, las vibraciones de los cuencos son armónicos entre si, y se transmiten al interior del cuerpo. De esta forma, el cuerpo puede llegar a notar frecuencias inaudibles para el oído (muy alta frecuencia o muy baja). La sensación de bienestar e incluso de liberación de emociones reprimidas puede llegar a ser muy notable. En este sentido, hay teorías que relacionan el efecto producido con los chakras del cuerpo, que también tienen su propia frecuencia vibratoria.





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