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diumenge, 24 d’abril del 2016

El camino del conocimiento

Mente y Deseos

De acuerdo con los antiguos Vedas, tenemos un alma, y ​​el alma tiene cuatro tipos de deseos distintos. El primero es el dharma, el deseo de ser plenamente lo que estamos destinados a ser, el deseo de alcanzar nuestro más alto estado de bienestar,  de cumplir nuestro destino. El segundo deseo es artha, el deseo de los medios materiales (dinero, salud, ...) necesarios para cumplir con nuestro dharma. El tercer deseo es kama, el deseo de placer en cualquiera de las formas. El cuarto es moksha, el deseo de ser libre de las cargas del mundo, experimentando el espíritu, para lograr la paz y un estado que dure más allá del alcance de los otros tres deseos.

Cuanto más separados de la totalidad nos sentimos, más egoístas serán nuestros deseos. Nuestro conocimiento del mundo depende de nuestra mente (manas), y también el cumplimiento de nuestros deseos; cuando la mente está dedicada exclusivamente a satisfacer los deseos egoístas, el conocimiento es del tipo más bajo, de hecho, en la tradición se identifica con la ignorancia. Una de las escuelas de yoga clásico, Jnana Yoga, pretende desarrollar el más alto y verdadero conocimiento. Se dice que es el camino adecuado para personas intelectuales. En la gente común la mente está tan dedicada a satisfacer los deseos egoístas que los pensamientos se enredan con ellos, formando un lío intrincado llamado kama-manas, "deseo-mente", muy difícil de desenredar.

Un cuento corto

Había una vez, en la parte india de la región de Punjab, un  prometedor joven profesor de la Universidad, realizando su etapa post-doctoral: Harmanpreet, que era a la vez un hombre muy inteligente, pero también un seguidor de las tradiciones hindúes antiguas, meditando todos los días durante largas horas y también leyendo libros espirituales. Por otra parte, tenía un cierto temperamento místico, de forma que podía sentir la alegría profunda y también el dolor muy profundamente, quizá más profundamente que la persona promedio, ya que era más sensible e inteligente. Harmanpreet también era un hombre enamoradizo, es decir, firmemente predispuesto al amor romántico, considerado por él la más alta forma de amor mientras estamos en el mundo. Se había enamorado varias veces desde su adolescencia, pero nada serio.

Fue el primer año en la Universidad de Advita, una chica que pertenece a la casta baja hindú llamada Shudra. Su familia era muy conservadora, pero también tenían una ambición fuerte, una voluntad de ser respetados a pesar de su casta; el padre era un respetado empresario, y quería que todos sus hijos y también sus hijas  tuvieran una carrera y un buen trabajo. En la tradición hindú Advita estaba empezando a ser casadera, por lo que sus padres comenzaron a pensar en buscarle marido, según la tradición hindú, a pesar de que Advita no estaba interesada en absoluto en el tema, después de todo ella tenía sólo diecinueve años.

Sucedió que Advita se sintió atraída por Harmanpreet, uno de sus profesores; él era tan educado, amable e inteligente ... Pronto lo buscó  en Facebook y le  pidió amistad. Harmanpreet dudó un poco, no es usual tal caso, un estudiante pidiendo la amistad con el maestro, pero al final aceptó, ¿por qué no?. A la noche siguiente, después de la cena, mientras que Harmanpreet estaba trabajando en su portátil, Advita abrió un chat con él, y empezó preguntanto acerca de algunos temas académicos, pero la charla se prolongó durante dos horas; los dos jóvenes hablaron y compartieron música, viajes, películas, etc, etc.  Cuando el chat había terminado, Harmanpreet sintió una suave pero a la vez intensa excitación, una sensación de felicidad, había sido un muy buen chat. Las próximas semanas estas charlas se hicieron comunes, fortaleciendo la nueva amistad. Poco a poco, casi sin darse cuenta, este tipo de charlas se convirtieron en los momentos más deseados del día. En el aula mantuvieron su compostura, se saludaban con una sonrisa, nada más.

Por fin Harmanpreet notó que estaba profundamente enamorado de Advita, un amor fuerte y más profundo que cualquier otro que hubiera experimentado antes, por lo que comenzó a hacer planes: se imaginó que se presentaba a sus conservadores padres, que seguro que serían felices con el acontecimiento pues  Harmanpreet era un prometedor profesor; también imaginó una vida feliz y llena de dicha junto a Advita. Pero cuando el joven abrió su corazón a Advita, empezaron los problemas: sus padres nunca la dejarían casarse con alguien que no eligieran ellos de acuerdo con la familia, lo considerarían una afrenta; aún más, los jóvenes era de diferentes castas: Harmanpreet era un brahmán, la casta superior, mientras que Advita era una shudra, casta baja, y los padres de Advita estaba en contra de los matrimonios mixtos de casta. Estando Advita educada en la obediencia y el respeto a sus mayores, y también considerando que la familia es lo más importante en la vida, se cerró totalmente a tener planes con Harmanpreet.

Así que  Advita comenzó a evitar a Harmanpreet, los chats habían terminado, ni siquiera lo saludaba en la clase, haciendo caso omiso de él, a pesar de que ella también lo amaba. Cuando Harmanpreet aceptaba el curso de las cosas, haciendo también caso omiso de ella, entonces la chica se sentía estúpida por echar a perder la amistad con él, y buscaba su mirada con su mejor sonrisa, tratando de mantener la amistad, con lo cual Harmanpreet recuperaba la esperanza, tratando de ir más lejos, causando de nuevo la reacción de Advita, que se cerraba de nuevo. Como un péndulo tal ciclo pasó y pasó diversas veces, causando mucho sufrimiento a Harmanpreet, que incluso en alguna ocasión llegó a enfermar, cayendo en un estado febril.

Harmanpreet empezó a meditar en su situación, reflexionando, contemplando la situación, en busca de alivio. Mientras meditaba, experto como era en ese arte, detenía su mente y simplemente contemplaba los hechos en un estado de pura atención plena. Un día estaba contemplando este hecho: "cuando intento acercarme a ella, movido por mi fuerte deseo por ella, ella se aleja, y cuando relajo mi deseo, sin esperar nada de ella, entonces ella vuelve, y me brinda de nuevo su preciada amistad". De repente tuvo una iluminación súbita:  "el deseo egoísta de tenerla conmigo realmente no es amor, por el contrario, mi deseo impide su amor" y, al mismo tiempo, notó una extraña sensación interior de dejar ir algo, alguna cosa en su interior se iba, se disolvía. En ese mismo momento se disolvió el anhelo de un amor romántico, porque se dió cuenta de que el amor apasionado no era la más alta clase de amor, de hecho, el amor más elevado es el que es sin ataduras, cuando somos capaces de dar sin esperar nada a cambio: el amor verdadero es lo que queda cuando termina la pasión egoísta. Y Harmanpreet dejó de sufrir, entrando en un estado de paz y amor.


Conocimiento superior

El deseo que había sentido Harmanpreet había sido de hecho muy fuerte, ya que cubría los cuatro deseos védicos; de ahí su fuerte sufrimiento. En efecto,  experimentó dharma, el deseo de alcanzar su más alto estado de bienestar y cumplir su destino, pensando que Advita era su bienestar y su destino; también experimentó artha, el deseo de los medios materiales, pensando que Advita era el medio; evidentemente, también experimentó kama, el deseo en la mente de placer, y hasta cierto punto también experimentó moksha, el deseo de experimentar el espíritu, para lograr una paz duradera, imaginando que iba a sentir la más alta clase de amor posible a través de Advita. Después de la iluminación, tales deseos se liberaron de la mente, el enredo kama-manas se había roto. Harmanpreet ahora solo quiere lo mejor para Advita, también lo mejor para todas las personas en todo; él mismo sabía que tenía puro amor en su corazón, el que había estado buscando ya lo tenía en su interior, y ahora simplemente aprovechaba cualquier oportunidad para  compartirlo con cualquiera, sin expectativas, sin condiciones. Tal estado es felicidad pura. Harmanpreet se había convertido en un yogui Jnana, el que tiene el mayor conocimiento sobre la vida y el amor.







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