Mente emocional y mente racional
La ciencia sabe desde hace algún tiempo que las emociones se gestan a menudo fuera del control de la mente consciente, en el área del cerebro llamada amígdala, una especie de "cerebro emocional" independiente.
Había un cerebro emocional antes que un cerebro racional. - David Goleman, Emotional Intelligence pg. 16
Es posible entonces que, dada una situación, o una elección que tenemos que hacer, suceda que a nuestro cerebro racional no le guste la elección del cerebro emocional; ¿a quien seguiremos? ¿quienes somos nosotros? Desde el momento que hay alguien que observa dos "consejos" o impulsos distintos, el emocional y el racional, y debe decidir por quien dejarse llevar, la respuesta lógica parece ser: no somos ninguno de ellos, ni la mente racional ni la emocional, somos "alguien" que se deja llevar por ellos. En nuestro estado actual de evolución, como especie humana, no tenemos aún una conciencia clara de quien somos más allá de la mente, así que nos identificamos a veces con las decisiones emocionales, a veces con las racionales; como estas dos no siempre coinciden, a menudo nos comportamos y sentimos como "desdoblados".
¿Y quien es ese alguien más allá de la mente?
"...se manifiesta a sí mismo como una corriente paralela de conciencia, que se cierne encima o al lado de lo que está ocurriendo, en vez de estar inmersa y perdida en ello. - David Goleman, Emotional Intelligence pg. 47
Según Goleman, somos (o podemos llegar a ser) conciencia independizada de lo que sucede en nuestro entorno y en nuestra mente. Este distanciamiento nos proporciona una nueva identidad, ya no nos sentimos "desdoblados" entre identidades emocionales y racionales.Una afirmación sorprendente, pero no nueva, sino muy antigua; ya había sido enunciada milenios atrás en diversas tradiciones espirituales. Por ejemplo, si Buda estuviera entre nosotros, podría haberle dicho a Goleman: "te lo dije" (aunque probablemente no lo haría).
¿Quienes creemos que somos?
"Un rey escuchó el sonido de un laúd y quedó encantado por él, así que ordenó que le trajeran ese sonido. Los sirvientes le llevaron el laúd, no el sonido, y tuvieron que explicarle al rey que el sonido no tiene una existencia independiente, sino que es creado por los elementos separados de cuerdas, caja y arco actuando simultáneamente, Exactamente como el rey no puede encontrar el sonido del laúd, nosotros no podemos encontrar nuestro yo." - Buda, Samyutta Nikaya
Habitualmente nos confundimos con nuestra personalidad, la cual se crea de forma dinámica, instante a instante, por la acción simultánea del cuerpo, percepciones, reacciones emocionales, pensamientos racionales basados en la memoria de experiencias pasadas, y dándole unidad a todo este tinglado, la conciencia. Como en el laúd, la personalidad no existe independientemente de sus factores.
Meditación de la atención
"Debemos ser capaces de dejar que las cosas aparezcan en la psique. Para nosotros, éste es un arte del cual la mayoría de la gente no sabe nada. Solemos interferir, ayudando, corrigiendo o negando, sin dejar que el proceso psíquico se desarrolle en paz". - Carl Jung, The Secret of the Golden Flower, 1962, pg. 93
Parece que Jung hable de una mente que no interfiere ni reacciona con los contenidos de la conciencia, una idea que nos recuerda mucho a la definición moderna de Mindfulness: cuando simplemente observamos, se produce un resultado profundamente terapéutico, una relajación en la experiencia del momento presente, y un cesar de intentar controlarlo todo. Nos damos cuenta de que si dejamos de luchar por tener el control, el mundo no se desintegra, aceptamos las condiciones de la vida, y encontramos una nueva fuente de satisfacción.
![]() |
Elementos que definen el estado de plena atención - Mindfulness - según Jon Kabat-Zinn |
Entrenando la atención que no interfiere, no destruimos nuestro ego, más bien aprendemos a "ver a través de él", ya no nos lo tomamos tan en serio, obtenemos una "auto-liberación".
La meditación de la atención nos permite descondicionarnos, nos vuelve capaces de rechazar o al menos debilitar reacciones compulsivas, automáticas, a los estímulos, que en caso de dejarnos llevar por ellas podrían dañar a otros y/o a nosotros mismos.
"Las tradiciones meditativas continúan allí donde el psicoanálisis termina ... cortamos las raíces de la reacción ... Eso elimina mucho sufrimiento. Entonces te conviertes en maestro de tu propia mente y experiencia". - Daniel Brown, MindScience: An East West Dialogue, Boston, Wisdom Publications, 1991, pg. 101.
La importancia de identificar las emociones cuando se producen
Claro que, una cosa es observar desapegadamente nuestra mente mientras meditamos en un lugar especialmente elegido para ello, sin nada ni nadie que nos perturbe, rodeados de paz, y otra muy distinta es observar sin interferir lo que ocurre cuando estamos en plena acción y las cosas no suceden como teníamos previsto. Una de las emociones más poderosas es la ira; viene a nosotros como reacción a algo que no nos gusta, puede ser una injusticia, alguien que nos trate de forma inadecuada según nuestro modo de ver, o simplemente algo que sucede y nos perjudica. Es peligrosa porque capta de nosotros mucha energía, que tiene por objeto combatir, luchar, destruir lo que nos ha perturbado. Además,
"La ira y el miedo son las dos emociones que impulsivamente exigen una respuesta más urgente. Ante estas dos emociones hay una impaciencia por actuar." - Rafael Bisquerra, Universo de Emociones, pg. 79
Esta impaciencia por actuar puede llevarnos a realizar acciones dañinas; incluso si llevamos años meditando, la gran energía captada por esta emoción y la velocidad con la que actúa puede superarnos. ¿Cómo lograr ser un maestro en la regulación de la ira? Cada vez que nos suceda, una vez pasado el episodio, hay que repasar los acontecimientos, y darse cuenta a posteriori de que hemos estado dominados por la ira. Con el tiempo, nuestro reconocimiento de esta emoción mejorará, hasta que llegará un dia en que seamos tan rápidos que ya no nos pillará por sorpresa, la reconoceremos en cuando llegue; en ese momento seremos capaces de dejarnos llevar por ella, si lo consideramos conveniente, o de dejarla pasar, en otras palabras, seremos libres de actuar como mejor nos parezca, no estaremos condicionados.
Hay que tener en cuenta que frecuentemente hay episodios de ira de baja intensidad, que pueden pasar fácilmente desapercibidos. ¿Te sientes tenso? ¿enojado? ?impaciente? ¿displicente? ¿desafectado? Todos estos estados pueden estar relacionados con la ira más o menos encubierta. Es importante estar atento a cualquier estado emocional negativo, para aprender a reconocerlo y etiquetarlo: "reconozco que estoy impaciente ... mi mente está impaciente ... mi estado mental actual es de impaciencia ...".
Hacer breves momentos de atención plena durante el dia
