Cuando empezamos a interesarnos en la meditación y queremos informarnos, nos encontramos con que hay muchas maneras diferentes de hacer la meditación, muchas técnicas de meditación, y es frecuente encontrar información contradictoria. Como en toda actividad humana que trabaje con la interioridad, escoger cuál técnica es la adecuada es un asunto personal, frecuentemente un proceso de ensayo-error, probando algunas técnicas hasta encontrar una que sea adecuada a nuestras características personales. Es un poco como comprarse zapatos: los probamos hasta que encontramos los que nos son cómodos.
La idea de este artículo viene del post 23 types of meditation, y su propósito es el mismo: ayudar a conocer algunas de las distintas prácticas de meditación, para facilitar su elección. En ningún caso pretende ser un artículo enciclopédico, y tampoco sentar cátedra, simplemente pretende dar una introducción simple a las técnicas que creo más recomendables, excluyendo aquellas que pueden ser complicadas, confusas, peligrosas o que exigen tener algún "gurú" para iniciarnos. Además, me restringiré a las que conozco de primera mano, aunque sea sólo superficialmente.
Antes de presentarlas, daremos un criterio de clasificación para ayudarnos a distinguirlas:
Antes de presentarlas, daremos un criterio de clasificación para ayudarnos a distinguirlas:
- Meditación Estática: el cuerpo no está en movimiento, está en una posición determinada (asana). Su práctica suele estar restringida a una sesión, entre 20-30 minutos hasta una hora, aunque hay algunas excepciones que se extienden a todo el dia.
- Atención centrada en un objeto externo: concentramos la mente observando algún objeto exterior.
- Atención centrada en el cuerpo: concentramos la mente observando nuestro propio cuerpo
- Atención centrada en la interioridad: dirigimos nuestra atención a nuestra propia mente
- Meditación dinámica o en la acción: meditamos mientras nos movemos
- Movimientos prefijados: se ejecutan con el cuerpo series de movimientos prefijados por la tradición, con plena atención
- La vida es meditación: se medita en la vida diaria, mientras actuamos en nuestro entorno habitual
1. Meditación Vipassana
Meditación de la escuela budista, de tipo estático, que usa la atención centrada en el cuerpo y en la interioridad. Distinguimos dos niveles.
Nivel principiante: centrar la atención en la respiración; cualquier otro foco de atención no solicitado que pueda aparecer, como sonidos, sensaciones corporales, etc, es "etiquetado" y "soltado". Por ejemplo, mientras estamos atendiendo a la respiración oímos un ruido que nos distrae procedente de otra habitación, inmediatamente lo etiquetamos pensando "un ruido", y volvemos a poner nuestra atención en la respiración. El etiquetado ayuda a que la mente no divague pensando en el objeto de distracción, dando por terminado el asunto con su categorización (la etiqueta).
Nivel avanzado: Después de dedicar un tiempo a la atención en la respiración, como preparación previa para calmar la mente, se cambia el objeto de atención a la propia mente, observando como aparecen los pensamientos, los etiquetamos, y los dejamos desaparecer sin prestarles más atención. Con el tiempo se desarrolla la capacidad de ver que las tres características de la actividad mental son: la impermanencia (anicca) pues los pensamientos vienen y se van, la insatisfacción (dukkha) pues por eso no paramos de generar pensamientos y el vacío del yo (Annata) pues la idea del yo es otro pensamiento más. Como resultado, se obtiene ecuanimidad, paz y libertad interior.
2. Mindfulness
Originada en la meditación Budista Zen y inicialmente extendida en Occidente de la mano del monje Thich Nhat Hanh, es más una forma de vivir aplicable a todo el dia que no una técnica a aplicar en una sesión de meditación; por este motivo la clasifico como meditación dinámica o meditación en la acción, ya que la practicamos mientras ejercemos nuestras actividades normales, no se trata de realizar una sesión, sino de vivir con plena atención.
La práctica consiste en prestar plena atención, estar presente, mientras actuamos en el mundo, estar al tanto de lo que está pasando, en vez de ir con el "piloto automático" activado. Si estamos hablando, prestamos atención a las palabras que surgen, si escuchamos, lo hacemos con plena presencia y atención. Si caminamos, somos conscientes de los movimientos del cuerpo, los pies tocando el suelo, los objetos de la calle que se van moviendo a nuestro alrededor, etc. Esta atención plena continuada impide que la mente divague:
"En Mindfulness uno es no sólo está tranquilo y feliz, sino también alerta y despierto. La meditación no es una evasión, es un encuentro sereno con la realidad ". Thich Nhat Hanh, El Milagro de Mindfulness: Introducción a la Práctica de la Meditación.
3. Meditación bondadosa (Loving kindness, o meditación Metta)

"Para aquel que correctamente atiende a la liberación del corazón por la benevolencia, la mala voluntad que aún no ha surgido no llega a plantearse, y la mala voluntad que surgió se disipa." - Buda
4. Meditación con mantras
Es de tipo estático centrada en la interioridad. Un mantra puede ser una palabra, una frase corta o incluso una oración completa. No es necesario que tenga un significado especial. En la sesión se repite el mantra, bien de viva voz bien mentalmente, con los ojos cerrados, apartando de la mente cualquier otro tema que no sea el mantra. Ha de pronunciarse, o pensarse, con resolución, con plena atención, lentamente. Al proceder así, centramos la mente y evitamos el pensamiento disperso automático: es un ejercicio de concentración mental.
Cuando nos hacemos expertos en esta meditación, se puede ralentizar más y más la repetición, hasta que llega un momento que nos hacemos conscientes del silencio que se produce entre una palabra y la siguiente. Poco a poco, el silencio pasa a ser el objeto de atención, y el mantra va pasando a segundo término. De esta forma, el mantra puede verse como una meditación para principiantes que puede llevarnos a la meditación en el silencio, más avanzada.

Hay también versiones de la meditación con mantras que se extienden a todo el dia, no sólo a una sesión, siendo por tanto de tipo dinámico; el mantra se repite mentalmente siempre que estemos ocupados en tareas rutinarias que realizamos automáticamente: para conseguir que la mente no divague la emplazamos a recitar el mantra. Suelen formar parte de planes de vida meditativa que, como sucede con el Mindfulness, trascienden el ámbito de la sesión para abarcar toda la actividad, con lo cual pasan a formar parte del grupo de meditaciones activas; como ejemplo citaremos el programa de ocho puntos de Eknath Easwaran.
5. Meditación de la fijación de la mirada (Trataka)
Es un método estático a la vez externo e interno que pertenece a la escuela de meditación del Yoga. Es una forma de centrar la mente a través fijar la mirada en un objeto. De todos los métodos que consideramos en este artículo para mí es el más difícil, aunque esto dependerá de la persona. Hay tres niveles de dificultad:
- Básico: se realiza con los ojos abiertos, mirando el objeto concentradamente, de forma absorta, excluyendo cualquier pensamiento, incluso los pensamientos acerca del objeto que pudieran surgir. El objeto suele ser por lo general una vela o también un fuego. La vista debe estar fija en el objeto, incluso en la medida de lo posible sin parpadear.
- Medio: después de pasar por la parte básica del ejercicio, cuando quizá los ojos empiezan a lagrimear por el esfuerzo de mantenerlos fijos sin sin parpadear, cerramos los ojos. Si hemos mantenido por suficiente tiempo la vista fija en la llama, al cerrar los ojos veremos la imagen de la llama que se ha quedado "fija" en la retina. Procedemos ahora a seguir mirando esa imagen interna, con total concentración. En esta fase se consigue acceder a una profunda paz mental.
- Avanzado: cuando la imagen en la retina empieza a desvanecerse, y nos quedamos concentrados mirando la oscuridad, la nada, volvemos nuestra atención hacia atrás, hacia el propio observador. Si tenemos éxito, llegaremos a notar un primer atisbo de conciencia pura, de ser interior. Cuando se llega a este estadio, incluso abriendo los ojos puede mantenerse la mirada interior fija en el observador: es la mirada del yogui denominada Trataka, una especie de mirar sin mirar, abstraído en el interior.

6. Tai-Chi

En el nivel principiante, es necesaria una cierta relajación del ejecutante, una tensión muscular o mental excesiva nos aleja de los beneficios perseguidos, aunque no se pide relajación profunda. En el nivel avanzado, se enfoca la atención más allá del cuerpo y de la mente «cotidiana», entrenando la conciencia profunda, la profunda intención y la inteligencia profunda. En ese estadio avanzado, se necesita relajar profundamente el cuerpo y la mente para ser consciente de los niveles profundos del ser. Como método de meditación podemos pues clasificar el Tai-Chi dentro de la meditación dinámica con movimientos prefijados.
7. Hatha Yoga

8. Meditación en el silencio
En esta meditación, del tipo estática centrada en la interioridad, nos hacemos conscientes del silencio que hay detrás, como fondo, de toda la actividad mental. Es una meditación difícil para un principiante, a la que es mejor llegar desde la práctica de otras meditaciones, con cierta experiencia acumulada. En palabras de Antonio Blay:"El silencio tiene un efecto extraordinario porque permite que nuestra mente se tranquilice y ahonde, se aclare, se estabilice, se fortifique; que nuestros sentimientos, o sea, toda nuestra vida afectiva, también se ordene, se consolide. Además, el silencio es el medio magistral para ponernos en comunicación con otros niveles, con otros órdenes de experiencia. Sabemos que existe la intuición; pues el cultivo del silencio es el medio de acceso voluntario a esta intuición. También aprendiendo a estar en silencio desarrollaremos unas capacidades de sensibilidad para entender más a los demás." - Antonio Blay,Una forma de llegar a este silencio mental es a través de la relajación profunda, tanto física como mental, en la cual primero se consigue una distensión progresiva de todos los músculos, superficiales y profundos, a continuación se procede a la tranquilización emocional, y en la tercera fase cesa todo movimiento mental. Es imprescindible no perder la conciencia en ningún momento, no dormirse: hay una actitud voluntaria, consciente, que constantemente dirige el proceso de relajación progresiva a lo largo de toda su duración. En fases adelantadas esta atención se convierte en la conciencia-testigo o atención central.
9. Meditación en la naturaleza de la realidad y del Ser
En esta meditación también del tipo estática centrada en la interioridad, usamos nuestra mente de una forma diferente a la habitual: no es un razonamiento lógico, sino más bien una formulación de preguntas profundas sobre la realidad que esperamos sean contestadas de forma intuitiva, pues la mente es incapaz de responderlas. O sea, la mente plantea las preguntas, "dejándolas en el aire", y se queda a la escucha, sin razonar, esperando alguna intuición, o incluso revelación, relativa a su respuesta. De nuevo citando a Antonio Blay:¿Qué quiere decir "ser"?Hay una variante que consiste en no preguntar, sino negar, mas exactamente, mostrar a la mente lo que no somos: no soy el cuerpo, tampoco mis emociones, ni mis pensamientos, ... Se trata de ir ahondando, quitando todo lo que es superficial, buscando lo que queda, lo que realmente somos en el fondo.
¿Qué quiere decir "inteligencia"?
¿Qué quiere decir "amor"?
Penetrar dentro de lo que esto significa, eso sí que es importante, porque penetrar dentro de esto significa convertirme en lo que esto es. No se trata de penetrar sólo para luego volverme atrás, sino que es un penetrar para que aquello penetre en mí en una inter-fusión, en una actualización vivencial de la realidad objeto de meditación, lo que produce una auténtica transformación.