Seguimos analizando el tema del yo, la dualidad y la no-dualidad, que ya se trató en ¿Qué es la conciencia? pero desde otro punto de vista: distinguiremos el qué somos o estamos siendo del quien somos.
¿Qué es lo que somos?
Lo que somos es lo que expresamos, lo que conocemos, lo que tenemos y usamos; nuestro trabajo, nuestra casa, nuestras opiniones, etc. Fijémonos en que siempre utilizamos la palabra nuestro/nuestra.
Siendo más precisos, lo que somos en cada instante es la suma de todos los contenidos de nuestra mente...
Todo lo que un monje permanece pensando y reflexionando, se convierte en su tipo de conciencia. Buda: Majjhima Nikaya 19
Estos contenidos abarcan tanto la mente consciente como la subconsciente que juntas forman nuestra mente individual.
Desde el punto de vista de los contenidos de la conciencia, también somos todos esos contenidos, en cada instante. En esos contenidos se incluye todo lo que conocemos, tambien las personas que conocemos, mejor dicho, se incluyen las imágenes mentales que nos hemos hecho de esas personas, no las personas reales. Estos contenidos son variables con el tiempo, así pues lo que somos también es variable.
Cuando, en meditación profunda o en algún instante de conexión con el todo, nuestra conciencia se ensancha, abarcando un campo mucho mayor que el habitual, los contenidos de nuestra mente, experimentamos la sensación de ser todo, es la experiencia indescriptible de la conciencia de unidad. En esos momentos nos sentimos ser todo a la vez.
¿Quiénes somos?
Tenemos que discernir, diferenciar entre sí, el significado de estas dos preguntas: ¿Qué somos y quién somos?, pues no tienen el mismo significado. Por ejemplo, yo puedo estar ejerciendo de abogado, soy abogado, estoy ocho, incluso diez horas diarias pensando como un abogado, mi conciencia está llena de leyes, de procedimientos, de casos; después llego a casa, y entonces soy un marido y un padre, cambio mi papel en ese momento, dejo el trabajo aparcado hasta mañana. Todo esto, y más cosas (amigo, hermano, aficionado al fútbol, etc) las soy. Pero, ¿quien soy? Soy un sujeto, un individuo, que vive, que está viviendo esos estados, esos contenidos de conciencia. Pero estoy más allá de todos ellos. Es por eso que soy capaz de vivir tantos diferentes roles, porque soy independiente de ellos.
Lo que sucede a menudo es que la conciencia está tan atrapada, tan mezclada con la mente consciente, que llega a olvidarse de que tiene una existencia independiente, de que podemos llevarla más allá de la mente y sus contenidos. Entonces el individuo se confunde, se identifica con sus contenidos de conciencia, que son los de su mente consciente, se cree que su mente y él son lo mismo. Y también sucede que, siendo la conciencia independiente de la mente, al expandirla, acostumbrada como está la persona a confundirse con la identificación "mi mente - mi conciencia - mi yo", tenga la impresión de que su yo desaparece, que deja de existir, que se funde con el todo, siguiendo a su conciencia que lo está abarcando todo.
Pero el error sigue siendo el mismo: confundir el que soy con quién soy, confundir mis contenidos de conciencia con mi identidad. En el caso habitual, creo que quien soy es un personaje, una personalidad, un conjunto de pensamientos y recuerdos que ocupan mi conciencia, un ego; en el caso de conciencia expandida, el yo anterior queda como algo diminuto dentro del campo de conciencia, y el sujeto se identifica de nuevo con el campo, que es el todo, se siente ser todo. Pero sigue siendo un sujeto, siempre lo ha sido. En el centro del campo de conciencia, aunque sea una conciencia universal, sigue habiendo un sujeto, un alguien, ese es quienes somos. Ese sujeto es el Yo real, pero ¿qué es? Pues no es nada. Sí, sí, han leído bien: nada. Es la vacuidad del Budismo, es la conciencia pura sin contenidos ...
You are the Solitary Witness of All That Is, forever free. Your only bondage is not seeing This. Ashtavakra Gita
Yo superior
Pero a la vez ese Yo que no es nada en concreto, es alguien; aquí tenemos el punto difícil de entender, donde se bifurcan las filosofías dualistas y las no-duales. Siendo el observador independiente del campo de conciencia, no puede ser nada que sea objeto de conciencia; no puede ser nada material ni sensorio, ni tampoco nuestros pensamientos, ni siquiera la mente, la cual puede ser auto-observada. Por eliminación sucesiva, el Yo no es nada cognoscible, nada observable ... pero no obstante, es quien somos nosotros, en contraste con qué somos. Es alguien, una identidad más allá de la mente, más allá de conceptos. En la interpretación que estoy haciendo, las filosofías no duales que afirman que en última instancia el yo no existe, afirmo que se refieren al "yo mental", que efectivamente es una construcción, con una existencia relativa. Pero el Yo superior está más allá de la mente...
Yo soy, el que Soy - La Biblia, antiguo testamento,Éxodo
En verdad, en verdad os digo: antes que Abraham naciera, yo soy. La Biblia, Nuevo testamento, Evangelio de San Juan
Es esa la idea: alguien que simplemente es, sin ningún atributo, más allá de estados, definiciones, pensamientos. En esta concepción, aunque la conciencia sea no dual, y lo abarque todo, sigue existiendo un Yo fuera de esa conciencia, y por tanto volvemos a tener dualidad: "Yo, sujeto <-> campo de conciencia - contenidos u objetos".
En meditación, podemos llegar a percibir ese Yo como un punto sin dimensiones dentro del campo de conciencia; forzosamente ha de ser así ya que no contiene nada. Y no obstante, es el protagonista de nuestra vida, es quienes somos en última instancia.
En meditación, podemos llegar a percibir ese Yo como un punto sin dimensiones dentro del campo de conciencia; forzosamente ha de ser así ya que no contiene nada. Y no obstante, es el protagonista de nuestra vida, es quienes somos en última instancia.
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