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dilluns, 1 de gener del 2018

El arte como medio de unir la mente con la belleza

Belleza y arte

Escuchando el concierto de año nuevo a cargo de la filarmónica de Viena; la puesta en escena, la belleza del auditorio, que creo que es una obra de arte arquitectónica, unida a la audición de la orquesta, todo el conjunto, me capturó, me sedujo totalmente.

Sala de conciertos. Viena



Otra vista de la sala, desde los adornos con flores

Observé entonces la sincronía perfecta de los músicos, cómo entre toda la orquesta, de su esfuerzo en equipo, como si fueran un único ser, producían la música, la armonía, la belleza hecha sonido.

Trabajo en equipo, coordinación absoluta, segundo a segundo

Observé también como cada músico estaba totalmente concentrado en lo que estaba haciendo, y al mismo tiempo se coordinaba con todos los demás con la ayuda del director de la orquesta.

Concentración en lo que se está haciendo
Todo ello me pareció un ejemplo extraordinario de los que se puede producir cuando las capacidades de la mente se ponen al servicio de la creación de belleza, en este caso tanto a la música como a la puesta en escena como incluso al arquitecto constructores y decoradores del recinto. Y se me ocurrió que esa podía ser una buena definición de arte, una palabra sobre la que hay acuerdo en como definirla; sin ánimo de polemizar, ni de intentar decidir quien es artista y quien no, tomaré esta definición como útil para lo que sigue:

El arte es la actividad en la cual ponemos las capacidades creativas, organizativas, voluntad, etc de la mente para crear belleza. 

Mente y belleza

La mente puede estar ocupada en muchas cosas: en solucionar problemas, en crear problemas, en preocuparse, en desear algo, y muchas más; pero cuando la dedicamos a la creación de belleza, o bien a la contemplación y disfrute de esa belleza, estamos siendo artistas o amantes del arte. Es una ocupación muy especial, porque, ¿qué es la belleza? ¿cuándo percibimos belleza? Aquí vamos también a evitar entrar en polémicas, pues la percepción de algo bello es subjetiva, depende de la persona. Sea lo que sea lo bello para cada persona, que no discutimos aquí, lo cierto es que su contemplación produce sensaciones agradables, satisfactorias; en el proyecto Universo de emociones se define esa sensación dentro de la categoría de emociones estéticas, que se sitúa entre la emoción del amor y la de la alegría, del gozo.

Corazón y espíritu
Desde un punto de vista de las tradiciones espirituales, se relaciona el amor y el gozo con el "corazón", entendido no como el órgano físico, sino como nuestro ser espiritual, como nuestra alma. Hay numerosas referencias en textos espirituales, por ejemplo en la Biblia, también son frecuentes las imágenes que relacionan bonda-amor-espíritu de Jesús con su corazón (imagen De Carolus - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=22523431)

En la tradición hindú, tenemos por ejemplo a  Sri Ramana Maharshi que sostenía:  

El corazón es la sede de la consciencia o la consciencia misma. La luz reflejada de la mente es necesaria para percibir los objetos, pero para ver al corazón, basta que la mente se vuelva hacia él. Entonces, la mente se pierde y el corazón resplandece.

Si es así, entonces el cultivo de las artes estéticas, de la creación de belleza, y también de su disfrute, será un camino para unir la mente con la consciencia, un camino alternativo o complementario a la meditación que más que esforzarse en controlar la mente, la une a la belleza, y por ello al espíritu, que es en sí belleza, bondad y amor. 





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